El último día de nuestra primera sesión del Capítulo se ha caracterizado por su enfoque sobre el presente y futuro de nuestra inspectoría. Terminados los informes que habrá que enviar al Capítulo General 28, tocaba dirigir la mirada hacia asuntos “domésticos”, pero no por ello menos importantes.
Por la mañana, la intervención estrella ha corrido a cargo del P. Inspector, Ángel Asurmendi, quien ha abordado el esperado tema de la nueva distribución de las comunidades. Su parlamento ha mezclado con acierto la precisión en los datos con el convencimiento y la implicación personal.
En su informe, Ángel Asurmendi ha invitado a los hermanos a ser, ante todo, fieles a Dios y al discernimiento de su voluntad. Poco después ha afirmado: “Necesitamos comunidades coherentes, proféticas y sin nostalgia del pasado”. Y también: “Esto no es una retirada a nuestros cuarteles de invierno: no podemos vivir este proceso sin esperanza”.
Tras la pausa de media mañana, los grupos han examinado el informe preparado por el P. Inspector y han aportado sus propuestas para enriquecer el texto. El Consejo Inspectorial lo estudiará antes de la segunda sesión del Capítulo.
El propio P. Inspector ha respondido a las cuestiones planteadas en una intervención con el corazón en la mano: “Si no se recrea la comunidad, las resoluciones tomadas tendrán un corto recorrido”, y también ha asegurado: “Es necesario recuperar la persona y su vuelta al Espíritu y a comunidades significativas”, citando al claretiano Luis Gonzalo Díez.
Antes de acabar la mañana, el P. Inspector ha dado gracias a los laicos participantes porque su presencia ha ayudado a elevar la mirada. Un fuerte aplauso ha rubricado sus palabras.
La tarde se ha metido en votaciones sobre el documento jurídico para el Capítulo General, pero la estrella que ha brillado con luz propia ha sido la elección de los delegados que representarán a la Inspectoría en el próximo Capítulo General. José Miguel Núñez, Fernando Miranda y Joan Valls han sido los elegidos; los tres aceptaron y la asamblea lo ha rubricado con un fuerte aplauso.
El P. Inspector ha puesto el punto y final a esta primera sesión agradeciendo a los hermanos y a los seglares participantes su implicación y trabajo en el Capítulo Inspectorial.
En la semana de Pascua nos volveremos a ver. También entonces necesitaremos unas buenas luces largas.