Con el hilo conductor del famoso relato de “Peter Pan, el país de nunca jamás”, 300 niños, niñas y preadolescentes se reunieron el pasado sábado 10 de septiembre en la casa salesiana de Burriana (Castellón) para compartir una jornada de amistad, convivencia y juego.
El centro juvenil que ejerció como anfitrión fue el Porta Oberta. Casi 90 monitores dinamizaron los juegos, muchos de ellos a cubierto en las nuevas instalaciones deportivas del patio, debido a la fina lluvia que cayó por la mañana. El encuentro terminó con la celebración de la Eucaristía en el templo parroquial.
Por la mañana, un buen grupo de premonitores de los tres centros tuvieron allí mismo una sesión formativa dentro de su itinerario de aprendizaje y prácticas para recibir el título de monitores.