Según la FAO, los niveles de desnutrición en Venezuela se han triplicado en los últimos dos años. El 80% de las familias viven en un estado de inseguridad nutricional. El consumo de alimentos se ha reducido a la mitad, al igual que el PIB. La inflación ha alcanzado el 1.698.488% y la tasa de desnutrición ha llegado al 27%. El funcionamiento de los sistemas sanitario y educativo se ha reducido en un 60 y 70% respectivamente.
Y quizá podemos seguir refiriendo un sinfín de problemas, como el tema de las migraciones a los países vecino de América Latica: “Con más de 4 millones de venezolanos y venezolanas que se encuentran viviendo en el exterior, la gran mayoría en países de América del Sur, este es el éxodo más grande en la historia reciente de la región”, según los últimos datos de “La Agencia de la ONU para los refugiados”.
Estas son algunas de las cifras extrapoladas del informe Retos 2019, publicado en febrero por Cáritas Venezuela, que dibujan el escenario de crisis total en el que se encuentra el país desde hace demasiado tiempo. Mientras tanto, el número de refugiados y migrantes venezolanos en todo el mundo ha alcanzado millones. Los venezolanos están agotados. Caracas es un pueblo fantasma.
Las noticias de los salesianos de Don Bosco. Los Salesianos en Venezuela han confirmado estos hechos alarmantes y han señalado que la Sra. Michele Bachelet, “Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos”, ha publicado recientemente la información de que la desnutrición infantil está en un 35% y que casi todos los venezolanos viven en la extrema pobreza, con unos ingresos inferiores a dos dólares al día. Los Salesianos de Don Bosco, como es su estilo, continúan acompañando a la población, especialmente a los más jóvenes, pero no solo, y siguen apoyando fuertemente la importancia de la educación.
Un proyecto que involucra a 11 escuelas: motivaciones y objetivos. Los Hijos de Don Bosco han vuelto a pedir ayuda a “Missioni Don Bosco”, como hace un año y medio, para garantizar una comida al día para los jóvenes de las escuelas salesianas. La diferencia del nuevo proyecto nutricional es que también involucra a los adultos ya sean profesores, trabajadores, empleados administrativos. La finalidad es ayudarles a llevar a cabo su trabajo, darles una oportunidad para que permanezcan en Venezuela, donde la comida es escasa, donde millones de personas solo comen una vez al día.
La comida para los adultos, aquellos que colaboran y trabajan con los salesianos tiene la finalidad no solo para que puedan sobrevivir, sino para que sigan apoyando y acompañando a los jóvenes en las escuelas. El apoyo que han pedido a “Missioni Don Bosco” es ofrecer una comida diaria a 1.650 estudiantes seleccionados de entre los que están en riesgo de desnutrición y a 750 empleados de 11 escuelas en Venezuela.