Por José González Rodríguez.
Para ello, se proyectan una serie de actos conmemorativos de esta efeméride que se adaptarán a las circunstancias y restricciones que existan en cada momento:
- 8 de diciembre de 2020, a las 10.30, en el templo de la Parroquia San Juan Bosco, tendrá lugar el acto de inauguración del Cincuentenario y la Misa de la Solemnidad de la Inmaculada.
- 31 de enero de 2021, a las 13.00, en la Catedral, tendrá lugar la Misa Solemne en Honor de San Juan Bosco.
- Del 1 al 5 de febrero de 2021, tendrán lugar las Jornadas histórico-pedagógicas: La Pedagogía de Don Bosco, en Jaén y con los tiempos.
- 14 de mayo de 2021, celebración de la Velada-concierto: 50 años al servicio de los jóvenes.
- 24 de septiembre de 2021, Acto de clausura del Cincuentenario.
Los orígenes en Jaén
Por los años sesenta, la Diputación de Jaén, impulsada por Don Rafael Pozas, presbítero, canónigo de la catedral de Jaén, que ejercía como director del antiguo Hospicio de Santo Domingo, decidió invitar a los Salesianos para que se hicieran cargo de la educación de los jóvenes acogidos en el citado centro. Pero no será hasta el verano de los años setenta cuando los Salesianos llegan a Jaén para hacerse cargo de “la educación, promoción y desarrollo de los niños huérfanos y necesitados, acogidos en la Beneficencia Provincial”, según se recoge en el Convenio de colaboración que se establece entre la Diputación Provincial de Jaén y la Comunidad de los Salesianos.
Los recursos humanos y materiales que encuentra la comunidad religiosa en el momento de asumir su nueva misión socioeducativa, se limitan, junto al colectivo de menores atendidos –alrededor de 160 niños varones de entre 8 y 18 años-, un centro de internamiento en el antiguo convento de los Dominicos. Un inmueble poco propicio para acoger a niños de tan corta edad. La distribución de los espacios utilizados era poco apta para las actividades de la vida cotidiana.
Desde los años sesenta, la Diputación está construyendo un nuevo centro junto a la carretera de salida de Jaén hacia Madrid. Un centro más adecuado a los tiempos y al nuevo giro que se pretendía dar a la atención de tantos jóvenes que padecían graves carencias familiares y sociales: orfandad, pobreza extrema, hogares deshechos y otros males.
Aunque desde el verano, ya está viviendo con los chavales el Salesiano Don Jaime Marquina, la Comunidad Salesiana no se estableció en la Nueva Residencia hasta diciembre de 1970, dándose, al nuevo edificio, el nombre de Residencia Juvenil Santo Domingo Savio.
Creación de la Parroquia San Juan Bosco
El entonces obispo de la Diócesis, D. Félix Romero Mengíbar, creyó conveniente crear una nueva parroquia para atender al núcleo de población que se estaba formando por esa zona y la encomendó a la Comunidad Salesiana. Se denominó Parroquia de San Juan Bosco.
El decreto de creación de la parroquia tiene fecha de 8 de septiembre de 1970, aunque la toma de posesión del primer párroco, Don Juan Manuel Cereceda, tuvo lugar el 8 de diciembre del mismo año. Siendo esa fecha cuando llegó la Comunidad Salesiana a Jaén. Como templo parroquial se usaría la Capilla de la Residencia Juvenil. En esa fecha ya regía la Diócesis el nuevo obispo D. Miguel Peinado.
En 1972 es nombrado nuevo Párroco D. Francisco Larena Gonzalo. Se compran unos locales en la barriada Alcázar –Obras Públicas, y se pone en marcha la Capilla de María Auxiliadora, desde donde se van a oficiar los entierros y las celebraciones de otros sacramentos. En ella se reúnen grupos de matrimonios, se dan charlas semanales a todos los fieles.
La actividad en la capilla de la residencia se reduce a misas dominicales y poco más. En el año 1983 los salesianos tienen que dejar la Residencia Domingo Savio y se trasladan a una casa que compra la Congregación Salesiana, en la Calle Tetuán, la cual se convierte en residencia de la comunidad y Templo Parroquial. Al mismo tiempo, los salesianos, compran unos terrenos en la Avda de la Universidad, para el nuevo Templo parroquial y casa de la Comunidad Salesiana. Es nombrado nuevo Párroco José González Rodríguez, y se realiza la construcción del nuevo templo, que se inaugura el 8 de diciembre de 1985.
Cincuenta años de presencia salesiana significativa y evangelizadora
Desde el inicio se procuró que la Parroquia estuviera inmersa en el barrio. Que no fuera una estructura aislada y arrinconada, sino que estuviese cercana a los problemas del barrio, y de aquellos que más lo necesitaban, tratando de dar respuesta a algunas de las necesidades que se iban planteando.
La parroquia pasó a ser la plataforma que hizo posible la implantación del carisma de Don Bosco en la ciudad de Jaén y, particularmente, en este barrio periférico, del Polígono de El Valle.
- El Centro Juvenil DOSA (fundado en el año 1984) preservó a muchos jóvenes de la droga y de la exclusión social, y despertó vocaciones de estudio o trabajo de proyección social y solidaria.
- La parroquia hizo posible la presencia de los salesianos en colegios públicos del barrio con las clases de religión y en otros centros de enseñanza privados de Jaén.
- La ADMA (Asociación de María Auxiliadora), al mismo tiempo que propagaba la devoción a Santísima Virgen, con las capillas de visita domiciliaria, fue la mano derecha del párroco para conocer y ayudar a las muchas familias necesitadas del barrio; precursora de la actual Cáritas Parroquial.
- Nace un grupo de Salesianos Cooperadores que le darán un empuje evangelizador y salesiano a la Obra en Jaén.
- La parroquia facilitó también la apertura de la primera casa de acogida, que fue la semilla de la actual expansión de la obra de la Fundación Don Bosco en Jaén.
El carisma salesiano comenzó a echar raíces en un barrio deprimido, en expansión urbanística de viviendas sociales. Para los que han vivido esta experiencia, es muy gratificante, al mirar hacia atrás, el recorrido que ha realizado la presencia salesiana en Jaén. Un recorrido muy significativo y de gran valor evangelizador.
Como dijo, el Rector Mayor D. Viganó, después de su visita a esta casa: “Aquí, con pocos medios se evangeliza”. Por eso el empeño en este cincuentenario, no puede ser otro que seguir potenciando la educación de los jóvenes y la evangelización del pueblo desde la pobreza en recursos materiales, pero con riqueza de entusiasmo y esperanza.
Esta es la gran responsabilidad de la Familia Salesiana, que pone su esperanza en Dios y en la ayuda incondicional de María Auxiliadora, pero sin ahorrar esfuerzos.