Cuando a las once y media de la mañana sonó la campana que determinaba el final del recreo en el colegio Salesianos de Triana fueron pocos los alumnos que pensaron que algo mejor estaba por llegar. Se equivocaron. Por la puerta del cole apareció un gigante centroafricano de 2,04 metros de altura: Richard Anicet Lavodrama. Este mítico jugador de baloncesto llegaba a Sevilla con una excelsa conferencia bajo la manga. ‘Niños en construcción’, la tituló. Una actividad que ha formado parte de la iniciativa Basketball is Education, promovida por la Fundación Obra Social La Caixa y la Asociación Baloncesto Colegial Sevilla.
Pasado el tiempo de recreo, los alumnos de primero, segundo, tercero y cuarto de la ESO del centro fueron al auditorio para escuchar las vivencias de Anicet. Una sala a rebosar que brincó, disfrutó y participó de la magia de Lavodrama. Con el micrófono en la mano y subido sobre el escenario –reconoció que le hubiese gustado ser cantante–, demostró que este tipo de charlas se le dan casi tan bien como reventar aros y poner tapones. ¿Qué es Basketball is Education? Preguntó a una audiencia entregada. Los chicos y chicas no dudaron en participar dando su particular visión sobre los valores que transmite un deporte como el baloncesto. Los profesores no quisieron ser menos y también aportaron su granito de arena. Pasión, compañerismo, solidaridad e ilusión fueron algunas de las palabras que brotaron de los labios de los asistentes.
Lavodrama iba sorteando preguntas con maestría hablando de su infancia, de su formación y de lo importante que es la educación. “Hoy no he venido a hablar de baloncesto”, aseguraba el antiguo jugador. Había ido para hablar de los valores que se le han quedado grabados en su portentosa carrera profesional. Los alumnos terminaron rendidos ante los encantos del centroafricano y acabaron recibiendo una buena tanda de fotografías y autógrafos.
“No me gustaba el baloncesto, pero ahora lo voy a empezar a practicar. Sin dudas”, afirmaba una sonriente estudiante. ¡Qué bonito es el baloncesto y qué bonitas son iniciativas como estas!