¿Puedes presentarte?
Me llamo Rafael y vengo de la antigua inspectoría de Barcelona, ahora Inspectoría María Auxiliadora con sede en Sevilla. Soy salesiano gracias a una beca. No sabía nada de los Salesianos. Aprendí a conocerlos gracias a los clérigos que pasaban la vida con nosotros en el dormitorio, en las clases, en el patio, en el estudio, en la iglesia. Fue en ese ambiente donde me hicieron la pregunta directa: ¿Te gustaría ser salesiano?
Terminé el noviciado en 1969 y la profesión perpetua en 1974. La vida de comunidad y la misión me ayudaron a descubrir el significado educativo y evangelizador de la vocación salesiana. En 1979 fui ordenado sacerdote y la Congregación me permitió vivir en ambientes de marginalización (dieciocho años de mi vida), en formación, en centros juveniles y escuelas profesionales (seis años) y en el servicio inspectorial (doce años). En agosto de 2014, el Rector Mayor me ha enviado a vivir en Valdocco.
Eres el encargado del centro de acogida de Valdocco. ¿Qué piensas de este servicio?
Este año está marcado por el Bicentenario y por la Ostensión de la Sábana Santa. Los seiscientos grupos que acogeremos antes del 23 de junio son muy importantes, pero la vida en Valdocco seguirá después de la Sábana Santa y del viaje del Papa. La acogida se ofrece a niños, jóvenes, adultos, religiosos, miembros de la Familia Salesiana de algunos itinerarios personalizados que les permitan hacer una profunda experiencia de Dios, en la óptica de Don Bosco y en el estilo salesiano. La vocación de Valdocco es ser el lugar elegido para la formación salesiana de seglares y consagrados de todo el mundo.
Este año Valdocco será el centro del Mundo Salesiano. ¿Cuál es su capacidad receptiva?
Disponemos de 212 puestos (en habitaciones individuales, dobles, triples, con literas) para acoger a los peregrinos y estamos en relación con otras estructuras que pueden acoger muchas más personas. Ofrecemos la visita guiada de la cuna de la Familia Salesiana, desde las nueve de la mañana hasta las seis de la tarde y nos estamos preparando para poder ofrecerles comida o cena a más de tres mil personas al día en el periodo de la Ostensión de la Sábana Santa. La Basílica de María Auxiliadora y las otras iglesias están a disposición de los peregrinos para las celebraciones que deseen.
Papa, Sábana Santa, Congreso de María Auxiliadora, Encuentro de los jóvenes, Expo Universal… ¿Se conseguirá la coordinación de la afluencia de los peregrinos?
Estas cosas se pueden hacer con un buen trabajo de equipo. Diversos miembros de la Familia Salesiana se lo han tomado en serio. Disponemos de más de cien voluntarios para las diecisiete semanas de la Ostensión y muchas personas se han preparado para hacer de guías de los peregrinos. En este momento, más de 45.000 personas han reservado su visita a Valdocco. Si estamos atentos a las preguntas y los que quieren venir no son del tipo “last minute”, todo será posible.
¿Cuáles son las estructuras de acogida que tienes que gestionar?
¡Don Bosco y María Auxiliadora acogen cada día a tanta gente! Ellos son los grandes acompañantes de los peregrinos que vienen a Valdocco.
Para nosotros, el principal lugar de acogida para los peregrinos es la Casa Mamma Margherita. Cuando está completa, las comunidades salesianas ofrecen sus espacios para acoger a los visitantes. Mi experiencia de estos primeros seis meses me confirma que para el Bicentenario no estamos preparados de acoger a todos los que quieran visitar Valdocco. Además de las estructuras para dormir y para las comidas, Valdocco ofrece los patios, las iglesias históricas salesianas (Capilla Pinardi, San Francisco de Sales, Basílica de María Auxiliadora), las Habitaciones de Don Bosco, la tipografía, el Museo Mariano, la Muestra del Bicentenario. Sin olvidar lo que puedan decirnos el Oratorio, la Parroquia y la Escuela.
Valdocco es una gran riqueza para toda la Congregación.
¿Cuál es el itinerario ideal para venir a Valdocco?
No hay un itinerario ideal. Los peregrinos llegan con “su” experiencia de formación, de vida salesiana, de encuentros juveniles, de las emociones de ver y tocar los lugares de Don Bosco, leídos durante la infancia o vistos en las películas.
A cada uno, individualmente o en grupos, ofrecimos un recorrido. Los acompañamos. Les ayudamos a hacer experiencia espiritual de Don Bosco. Nos interesa saber “de dónde vienen” para ofrecerles lo que desean.
