A principios de año, Grupo Martes, asociación sin ánimo de lucro que asesora, apoya y promueve la reincorporación sociolaboral de personas con problemas de drogodependencia, se integraba en la Fundación Iniciativa Solidaria Ángel Tomás (FISAT). Esta entidad aglutina los proyectos y recursos sociales de la congregación salesiana de la Inspectoría María Auxiliadora en la Comunidad Valenciana, Murcia y Aragón.
Hablamos con Vicente Serrano, presidente de Grupo Martes, sobre el presente, el futuro y el recorrido de la entidad, de referencia en Valencia por la lucha contra la drogadicción.
¿Qué va a suponer para Grupo Martes formar parte de la FISAT?
Formar parte de Fisat ‘normaliza’ al Grupo como presencia salesiana. Ya no es cosa de una persona -el salesiano presidente-, sino que forma parte de pleno y oficialmente de las presencias salesianas. Por otra parte, también muy importante, facilita los procesos de gestión.
¿Cómo ha evolucionado Grupo Martes en estos 28 años de funcionamiento?
Ha ido adaptándose a los nuevos perfiles de adicción y, por tanto, a los nuevos modos de afrontamiento. Pero, mirando con perspectiva, no ha habido muchos cambios.
¿Qué nuevos objetivos se plantean a medio largo plazo?
El primero, dar consistencia y estabilidad a las acciones que se desarrollan. En segundo, garantizar a los voluntarios la formación idónea para desarrollar su misión. Y, en tercer lugar, ver la posibilidad de ampliar nuestra acción con un centro de día o centro terapéutico.
¿Cuántas personas calculan que se han beneficiado de la ayuda de Grupo Martes desde sus inicios?
El número es difícil de calcular. Son varias las acciones que se llevan a cabo desde la asociación. Desde 1987 se ha hecho una reunión semanal cada martes, con una asistencia de entre 15-20 hasta 100-110 personas; desde 1994 se celebra una reunión quincenal en la cárcel, con una asistencia entre 8 y 15 internos: sigue sumando.
En las dos viviendas tuteladas, desde 1990, ha habido de cuatro a seis personas, en el piso de acogida, y entre una y tres personas en el de reinserción, con estancias promedias de 12-14 meses en el primero y de seis a ocho meses en la segunda vivienda.
Además, son innumerables las entrevistas de orientación a padres, familiares o enfermos de dependencia que se han realizado desde el inicio del Grupo en 1987.
Finalmente, se han dado también numerosas charlas con carácter preventivo en ambiente escolar, sobre todo, aunque también en centros juveniles e incluso en la Universidad.
¿Cree que este colectivo está suficientemente atendido por la administración y por la sociedad?
La sociedad no es consciente de lo que significa la enfermedad de la adicción y de las consecuencias que va a traer en el futuro: en cuanto a desajustes personales –enfermedades- y en cuanto a desajustes sociales -conflictos, necesidad de recursos terapéuticos, etc-. En general, se percibe una banalización de los consumos, incluso los recreativos, un predominio del criterio económico sobre cualquier otro… Como no son personas que garanticen el voto, ¿para qué preocuparse de ellos?
Grupo Martes lleva 28 años elaborando y ejecutando programas de prevención de drogas, de apoyo en la rehabilitación y de promoción sociolaboral, interviene en Centros Penitenciarios e impulsa actividades para la participación ciudadana. La asociación proporciona una sólida infraestructura para los más necesitados y desprovistos de recursos que quieran iniciar un programa de rehabilitación. Ofrecen reuniones de grupo, viviendas tuteladas, intervención en prisión, voluntariado y prevención.
Sus objetivos son contribuir al desarrollo y al progreso integral de individuos en línea de indigencia debido a su vinculación con el mundo de las adicciones; Colaborar con Instituciones Penitenciarias y facilitar la labor de la unidad de Gestión de Penas y medidas alternativas proporcionando un espacio para el cumplimiento de Trabajos en Beneficio de la Comunidad; Trabajar desde el voluntariado buscando despertar conciencias y dando la oportunidad a las personas de poder mejorar su entorno de una manera justa, ética y solidaria; Ofrecer charlas de prevención de drogas y formación en salud, educando según el estilo preventivo de Don Bosco y atendiendo de forma especial a los más vulnerables.
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