El Banco de Alimentos vuelve a hacer un llamamiento a la solidaridad de la población de la capital grancanaria para dar de comer a las más de 26.000 personas que tienen necesidades acuciantes en el Archipiélago. En esta ocasión, la comida para niños es un pilar de la campaña ya que más de un tercio de los afectados son menores en situación de desnutrición. Los voluntarios se muestran muy "ilusionados" con el desarrollo de la campaña en este primer día, y aseguran que durante el sábado las expectativas son "mayores". Desde los más jóvenes hasta los más veteranos, todos se unen por la misma causa.
El Banco de Alimentos ha lanzado una nueva edición de la Operación Kilo del verano con la intención de recoger más de 90 toneladas de alimento. Con ellas, esperan cubrir entre el 70 y el 80% de las necesidades de las más de 26.200 personas con las que colabora la entidad social. Este viernes, 8 de julio, dio inicio en los 43 supermercados de Mercadona, Alcampo, Lidl, Eroski y El Corte Inglés de la isla de Gran Canaria.
Según el responsable de la zona de La Isleta y Mesa y López, Rafael León, "se nota la solidaridad de la gente". La campaña marcha "muy bien" y espera que vaya a más durante el sábado, 9 de julio. "Tenemos mayores expectativas para la última jornada", detalla. Esa misma opinión mostró Herminio Carmenado, jefe de sala del supermercado Hipercor de Mesa y López, quien explica que la superficie hace llamadas puntuales por megafonía para animar a los clientes a colaborar. Además, han desplegado cartelería por todo el recinto, al tiempo que han situado los productos que más pide el Banco de Alimentos en un mismo pasillo.
En el supermercado Mercadona de la calle República Dominicana, Araceli Brosa, coordinadora de los voluntarios de la Parroquia de Santa Catalina, también se mostraba muy animada con el primer día de campaña. "La gente viene mentalizada e informada de las necesidades que pretendemos cubrir", comenta. Agustín Delgado, una de las personas que ayudan en esta iniciativa, coincide y añade que la gente ha ido mejorando con el paso de las ediciones en cuanto a la "variedad de alimentos que dan, que es mayor".
En las cajas se podía ver, sobre todo, legumbres, pastas, arroces, azúcar, café, gofio o cacao. Pero, además, los cereales, la leche, el vinagre, las galletas o las compotas para niños también tenían su hueco. Y es que el Banco de Alimentos ha hecho especial hincapié en la comida para los más pequeños, que representan más de un tercio del total de afectados. En este aspecto, Rafael León valoró que la gente tiene una imagen incompleta de la labor de la asociación sin ánimo de lucro. "Cuando se habla del Banco de Alimentos se piensa en adultos solamente, pero también ayudamos a los niños, y mucho más diría yo", puntualiza.
Marta Fernández, voluntaria en El Corte Inglés, destaca que la ciudadanía "viene más receptiva" y que no pasan de largo cuando les explican la campaña. Sin embargo, plantea que la labor del voluntario no se basa en "abordar" al cliente, sino que tiene que ver con "esperar e informar, orientando en qué pueden comprar". Por su parte, Delgado habla de una labor de coordinación con el supermercado para "seleccionar el lugar en el que menos molestemos" y ayudar, mediante la colocación de la comida, a la persona que quiera colaborar.