Se ha entrevistado a Ignasi Florensa, jefe del departamento de Mecánica, por su labor al frente del equipo humano de los mecánicos, por su investigación realizada a través de una reciente estancia en Copenhague y por su participación en el 13º Congreso en Educación Matemática de Hamburgo.
¿Cuáles son los retos actuales del departamento?
El principal reto del departamento de mecánica que tenemos a día de hoy es dinamizar el laboratorio de mecánica. Es una tarea que se inició con la Dra. Marta Mata y que ahora el Dr. Pablo Sevilla y yo pretendemos continuar. La idea es incorporar a las asignaturas el uso de diferentes equipamientos tales como impresoras 3D, máquinas de medición 3D o fresas educativas.
El objetivo de que los alumnos se familiaricen con el uso de estos equipos es por un lado, que estén en contacto con tecnologías que sin duda encontrarán en su futura práctica profesional y que revolucionarán el sector de la fabricación, y de por otro lado (y pensamos que más importante) que puedan enfrentarse al reto de aprender a utilizarlas y a detectar las limitaciones y problemas para superarlos. De hecho esta es una de las tareas principales de los ingenieros.
Otro reto al que nos enfrentamos es difundir la labor didáctica que hacemos. Pienso que la EUSS en general y el departamento de mecánica en particular desarrolla una docencia buena que tiene muy en cuenta las futuras tareas profesionales de nuestros graduados y la formación integral del estudiante; ahora necesitamos difundirlo.
¿Qué papel juega la mecánica dentro del sector?
La mecánica es uno de los ámbitos clásicos de las ingenierías industriales. Ya con los planes de estudio pre-bolonia era uno de los campos de especialización en las ingenierías técnicas y superior. A pesar de esta tradición, la mecánica está en constante evolución: la búsqueda hace que surjan nuevos materiales que rápidamente se incorporan a la industria y que se desarrollen nuevos procesos de fabricación que pueden revolucionar la manufactura tal como la concebimos actualmente.
Además la mecánica juega un papel clave en la economía catalana: por ejemplo muchos de nuestros graduados acaban de una manera u otra trabajando en el sector de la automoción y eso no es de extrañar, este sector representa alrededor del 7 % del PIB catalán. Así pues se trata de una especialidad viva, con un mercado de trabajo atractivo y en constante evolución: los graduados deben salir con unos conocimientos académicos mínimos, pero especialmente con la capacidad de incorporar nuevos conocimientos durante su carrera profesional.
