A su paso por España, Carlos Berro, misionero salesiano que lleva 30 años de misionero en África y 12 en Costa de Marfil, se ha detenido en Barcelona, y ha visitado, entre otras obras salesianas, la ong VOLS para compartir su experiencia misionera y hablar sobre varios proyectos de cooperación que tienen entre manos.
Los dos últimos años su comunidad ha contado con la ayuda de una pareja, Marta y Toni, voluntarios de VOLS que han colaborado en la misión.
Marta y Toni, el equipo técnico de VOLS y Carlos se encuentran en la oficina de la ong situada en la Plaza Artós, y contemplan felices las fotografías de un pequeño proyecto financiado con la solidaridad de muchas personas vinculadas a la ONG. Se trata de una “Área de juegos” para niños que recién se acaba de inaugurar.
“El mejor espacio de juegos infantil de Duékoué “comenta Carlos, y “eso que aún falta por terminar un castillo enorme que será la envidia del entorno”, sentencia. “Ver a los niños sonreír después de tanto sufrimiento muestra la esperanza de un futuro de paz para el país”, explica ilusionado el misionero.
Durante la guerra civil, la misión de Duékoué acogió a miles de refugiados, y milagrosamente, este espacio fue respetado y nunca fue asaltado ni masacrada a la población que acogía.