Con motivo del Bicentenario del nacimiento de Don Bosco y siguiendo con los actos programados para celebrar el evento, un grupo de 20 personas de la Familia Salesiana de Cartagena junto a la de Cabezo de Torres, acompañados del salesiano Rosendo Alabau han efectuado una peregrinación a los principales lugares de la vida del Santo.
La Peregrinación que se desarrolló del 15 al 19 julio se ha estructurado como un itineraro espiritual basado en tres etapas fundamentales de la vida de Don Bosco y distribuidas en los tres días principales.
La primera etapa se considera que abarca desde su nacimiento hasta su marcha a Chieri. La segunda su estancia en Chieri, con sus estudios, el seminario y su ordenación sacerdotal y la última etapa, su traslado a Turín para ampliar sus estudios, ayuda a la marquesa Barolo, iniciación de su primer Oratorio, emplazamiento y expansión de la Obra de Don Bosco en Valdocco.
La segunda etapa transcurre en Chieri, donde se traslada para estudiar mientras trabaja mientras dura la escuela publica. Luego entra en seminario hasta su ordenación como sacerdote.
La tercera etapa, se desarrolla en Turín donde comienza tres años de ampliación de estudios y se prepara como sacerdote. Mientras ayuda a la marquesa Barolo y a Don Caffasso. En el transcurso de este tiempo es cuando descubre su verdadera vocación y funda el primer oratorio. Después con el alquiler y posterior compra de la casa Pinardi empezaría la expansión y desarrollo en Valdocco y luego al mundo.
En conclusión, la peregrinación ha sido una forma de hacer crecer en el espíritu salesiano a los peregrinos. Darnos cuenta que la versión tergiversada de un Don Bosco activista que ni reza ni contempla sino que corre todo el día de aquí para allá, no es cierta. Nuestro santo fundador vivió, activamente, una profunda experiencia de Dios. No hay Don Bosco sin fuerte espiritualidad. No hay acción entre los jóvenes que se sostenga sin vida contemplativa. El propio Don Bosco lo recomendaba, cuando anualmente iba a realizar sus Ejercicios Espirituales, era su pausa junto al Señor.
También agradecer a nuestro guía por su generosidad que con su pasión, su intensidad y su calor nos hacía contagiar de los lugares, paisajes, historia y vivencias, personalidad y santidad de Don Bosco.
Como colofón los peregrinos hemos tenido la oportunidad de alcanzar la Indulgencia Plenaria, cumpliendo con las exigencias previstas, que con motivo del Bicentenario de Don Bosco, la Penitenciaría Apostólica, por mandado del Papa y a petición de nuestro Rector Mayor, a través de un decreto del pasado 18 de agosto, ha concedido a los miembros de la Familia Salesiana y fieles que se unan a los actos del Año del Bicentenario que inició el pasado sábado 16 de agosto y se extenderá hasta el 16 de agosto de 2015.
Días intensos de fervor y oración ante María Auxiliadora, Don Bosco y santos salesianos.