Se acerca el 19 de enero, la fecha límite para inscribirse para vivir el próximo verano la experiencia de voluntariado internacional 2024, y en este contexto, desde Bosco Global quieren poner en valor los testimonios de diferentes personas que han podido disfrutar de esta vivencia durante el pasado verano para animar a otras personas a apuntarse.
Desde la ONGD comparten algunas reflexiones de los aprendizajes de Raimon, que colaboró en un proyecto de apoyo a actividades de tiempo libre y refuerzo escolar con los Salesianos de Ambato, en Ecuador, el pasado verano.
«Creo que ha sido un voluntariado para compartir y dialogar mucho. Tengo diferentes imágenes en la cabeza. Recomiendo esta experiencia. A mí me abrió la mirada al mundo y he podido experimentar que éste es diverso y se mueve a ritmos distintos.
He disfrutado con largos ratos de conversación con el equipo técnico del proyecto sobre diferentes temas centrados en la educación y el acompañamiento, el estado emocional de los chicos, los trámites legales, los planteamientos políticos y sociales del país…
He aprendido también de los educadores en sus diferentes perfiles de estudios. Cómo aprenden día a día con los chicos y los chicos, sus retos de futuro al completar su formación… Incluso sobre sus aficiones o proyectos personales. Tienen un trato muy cercano y se puede dialogar fácilmente con un clima de confianza e interés mutuo.
Los chicos son muy activos y casi todos participan con mucha ilusión en sus actividades. Pero también hay ratos, como cuando les acompañas a dormir o en los descansos de juegos, que puedes hablar con ellos de su realidad, cómo la están viviendo y sus perspectivas de futuro. Muestran mucho interés de cómo es tu realidad en tu país».