El filósofo canadiense Charles Taylor afirma que "las personas no tienen claro hoy el sentido de la vida". Lo alertaba hace un par de años en un medio estatal. No es el primero ni el último que pone sobre la mesa la falta de sentido. Algunos sociólogos van más allá y focalizan la falta de sentido como uno de los problemas principales del sector joven. "La falta de sentido es falta de felicidad en el fondo, y felicidad en cristiano significa Bienaventuranza". Así de claro lo expresa el salesiano Joan Marqués. Los salesianos en Cataluña organizan cuatro campamentos de verano para adolescentes y jóvenes de sus grupos de fe. Este año han añadido uno nuevo, para jóvenes universitarios de 19 a 23 años.
Hace años que el verano es para los salesianos sinónimo de campamentos FOC (Fuego), entre otras cosas. Llaman así a los grupos de fe con chicos y chicas de 3º y 4º de ESO y 1º de Bachillerato. Son los campamentos con más trayectoria dentro de la inspectoría salesiana y los que aglutinan más participantes, un centenar. Desde hace algunos años, sin embargo, los campamentos FOC no son los únicos. También organizan el campamento para grupos AMICS 3-4, para chicos y chicas de 1º y 2º de ESO, o los campamentos para jóvenes, de 2º de Bachillerato y 1º de carrera. Este año suman otro campamento, para catecumenado, y que se celebrará en el Tibidabo del 28 de julio al 3 de agosto.
Una experencia que marca
"Las personas a las que se dirigen todos nuestros campamentos son aquellas personas que tienen grupo durante el año", explica Pep Alamán, coordinador de Pastoral de la Zona Norte de la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora. "Es una experiencia de verano fuerte que los marca bastante", reconoce.
Cada edad requiere una dinámica diversa. Los más pequeños, los de grupos AMICS, por ejemplo, cuentan con más actividades de ocio. "En todos los campamentos se procura que haya un buen ambiente a través de actividades", pero no dejan de lado el objetivo de fondo y también tienen un gran peso los momentos de grupo "para comentar, dialogar y hablar". En el caso de los campamentos para jóvenes también se incluyen los momentos de trabajo y discernimiento individual, "algo más a fondo para profundizar en la vocación".
El nuevo campamento de catecumenado que ofrece el Tibidabo gira en torno a un eje principal, la vocación, entendida en el sentido más amplio del término. Bajo el lema ‘¿Qué pide Dios de mí en mi vida?’ un grupo de veinte personas se han implicado en la organización del campamento. "Así como en los otros campamentos un grupito pequeño lo organiza todo, en este cada tema lo hace una persona o varias personas diferentes".
Así los jóvenes participantes en el Tibidabo podrán establecer diálogo con diferentes personas como el obispo auxiliar de Barcelona, ??Sebastià Taltavull, o monjas oblatas del Raval, entre otros. Aparte de las charlas también tendrá peso el tema celebrativo. "Intentamos cuidar mucho las oraciones y las celebraciones". Asimismo, los jóvenes que participen también recibirán un acompañamiento personal. "Tenemos claro que nuestro trabajo no es tanto dar temas, que eso ya lo harán las personas a las que hemos invitado, sino acompañar a los jóvenes en el proceso que conllevan estos temas".
La búsqueda de sentido
Pero, ¿qué buscan hoy los jóvenes? Joan Marqués recuerda que cuando hablamos de jóvenes hablamos de muchos jóvenes diferentes, "no hay un tipo de joven". Marqués reconoce que los jóvenes a los que se dirigen estos campamentos no son los jóvenes más representativos de la sociedad, "son gente que hace años que están en grupos de fe y que llevan ya una dinámica de compromiso en su vida".
En general Marqués cree que los jóvenes buscan. Por la experiencia que tienen en escuelas y en ámbitos abiertos como las Plataformas de Educación Social o los centros juveniles de ocio, afirma que todo lo que hace referencia a la espiritualidad y a la educación de la espiritualidad "hoy entra muy bien en los jóvenes ", y que si esto entra bien significa" que hay una necesidad ".
En el caso de los adolescentes pasa lo mismo. Pep Alamán que lleva décadas organizando campamentos explica que los participantes "son hombres y mujeres que saben dónde están, saben que están en grupo de fe para profundizar en una cierta opción de vida, y buscan un sentido". Sobre todo lo que buscan es un ambiente acogedor, estimulante, que los anime a seguir en el camino, y eso pasa obligatoriamente "por el grupo, por la comunidad, porque hoy en día en nuestro contexto hacer esto individualmente es muy difícil".
La necesidad de investigación es real, afirma Marqués. "Sólo hay que ver como formas laicas de espiritualidad, vacías de religión, como pueden ser el mindfulness, el focusing, o el reiki, tienen tanto éxito".
"Llevamos un tesoro en vasos de barro"
¿Y por qué, pues, esta búsqueda de sentido no pasa mayoritariamente por la opción de vida cristiana? Marqués explica que "llevamos un tesoro en vasos de barro. Lo que tenemos es bueno, el mensaje y el contenido. Nuestra espiritualidad cristiana no sólo es buena sino que para mí es la mejor que he podido encontrar y que llena mi vida ".
Para Marqués, "el agua que tenemos es buena, la fuente es la mejor que podemos tener, pero aún lo seguimos presentando en un ‘botijo’, no llama mucho la atención". Lo que falla, según él, es la manera de presentar el mensaje, porque cuando la gente prueba el ‘producto’, prueba del agua, "cree que el agua es mejor que la que habían probado hasta ahora".
Durante el mes de julio y principios de agosto cientos de adolescentes y jóvenes participarán de los campamentos de los salesianos. El campamento FOC (3º y 4º de ESO y 1º de Bachillerato o Ciclos) se hará a una Granja Escuela cerca de Juneda, el campamento de grupos AMICS 3-4 (1º y 2º de ESO) se celebrará en los Salesianos de Ripoll; el campamento de jóvenes se rralitzarà en la casa de los salesianos en Poblet, y el de catecumenado tendrá lugar en el Tibidabo.
