Como viene siendo habitual en los últimos años, el pasado 6 de septiembre la Casa Don Bosco organizó un acto de despedida de los menores que finalizan su proceso en la casa de acogida. La tarde empezó con un disputado partido de fútbol sala, seguido de una cena compartida para finalizar con el momento estrella de la noche, la despedida en sí.
Primero, el director del centro, Manuel Tarín, dirigió unas palabras donde nos recordó a todos los inicios de los menores en el centro y los cambios en positivo que todos ellos han hecho. Pasando después a ver un entrañable vídeo preparado con mucho cariño por una compañera de los mismos, en el que se interconectaban vídeos, fotos y palabras de compañeros y educadores. Seguidamente unas emotivas palabras de los tutores de los menores y la entrega de un cuadro collage con fotos recuerdo de la estancia de cada uno de ellos, una foto final acompañada de abrazos y besos daba por finalizado el momento.
El mayor de los menores dirigió unas palabras de agradecimiento al centro, a los compañeros y al equipo educativo que demuestran el poso que ha dejado el centro en la vida del menor. Esta dosis de realidad refuerza en positivo al equipo educativo y ayuda a vislumbrar el horizonte con mayor optimismo.
Este año, en el acto de despedida, se sumaron familiares de los tres menores que agradecieron a la Casa Don Bosco y al equipo educativo el trabajo de acompañamiento que se había hecho tanto con los menores como con las familias.
"Este momento se está convirtiendo en tradición en la Casa Don Bosco, un momento muy especial, emotivo, emocionante donde se entremezclan sentimientos contradictorios e incluso se hace presente alguna lagrimilla que otra. Este momento se implantó no hace muchos años y sirve a todos para cerrar positivamente una parte del camino de los chavales que nos dejan y prepararnos para acoger con entusiasmo, alegría y buena predisposición a los nuevos componentes de la familia" añaden desde la casa de acogida.