En esta ocasión, la ofrenda se desarrolló en el patio del colegio para que pudieran asistir todos los alumnos conjuntamente. Entre bailes y cantos los chicos realizaron sus peticiones a la Virgen. Una rondalla de jotas puso la nota musical a la ofrenda. Sin duda, ha sido una forma entrañable para todos los participantes de homenajear a la Virgen del Pilar.