El miércoles 5 de octubre de 2016, un año más el Instituto Superior de Ciencias Religiosas (ISCR) Don Bosco ha procedido a inaugurar oficialmente las actividades del curso 2016/17, si bien estas ya se vienen desarrollando desde comienzos de septiembre.
El ISCR Don Bosco, goza de reconocimiento oficial de la Santa Sede desde 1999 y forma parte del Espacio Europeo de Enseñanza Universitaria (EEEU, también conocido como Plan Bolonia); y hunde sus raíces en el antiguo Centro Teológico de la Inspectoría Nuestra Señora de la Merced, de Barcelona (1950–2005).
El acto ha sido presidido por don Ángel Asurmendi, Vicario provincial y Delegado permanente del Inspector para el ISCR Don Bosco, y ha contado con la asistencia de unas sesenta personas, entre autoridades académicas, profesorado y alumnado del Instituto.
La lección inaugural ha corrido a cargo del profesor Domènec Valls, SDB, quien ha disertado sobre las implicaciones éticas y pastorales de la Exhortación Apostólica postsinodal Amoris Laetita del Papa Francisco; publicada el 19 de marzo pasado. El ponente ha presentado el documento pontificio y su contenido, capítulo por capítulo, al tiempo que ha ido señalando sus novedades respecto a los textos magisteriales anteriores. Cabe señalar el c. IV en el que el Papa hace un comentario espiritual y pastoral al Himno de la Caridad de San Pablo (1Cor 13), y el c. VIII en el que se afronta, desde la perspectiva de la misericordia pastoral, aquellas situaciones matrimoniales y familiares llamadas antiguamente “irregulares” y a las que el Papa invita a acercarse como situaciones en camino hacia la perfección evangélica.
Se entregaron también los diplomas de Bachillerato y de Licencia en Ciencias Religiosas, especialidad pastoral, al alumnado que en junio concluyó su andadura formativa en el Instituto.
El P. Ángel Asurmendi presidió la eucaristía de Témporas en la que se dio gracias a Dios por la oportunidad de profundizar en el estudio del Misterio Cristiano y se pidió su gracia para formarnos como expertos agentes de pastoral al servicio de la amplia misión eclesial.
Todo concluyó con un refresco en el que profesores y alumnos pudieron compartir la alegría del momento y desearse unos a otros un buen curso académico.
