El 24 de junio de 1870, Carlos Gastini, uno de los antiguos muchachos del Oratorio, reunió a varios compañeros para visitar a Don Bosco para felicitarlo por su onomástica.
El pasado 17 de junio, casi 147 años después, se volvió a repetir una escena similar. Un grupo de antiguos alumnos de la casa salesiana de La Línea de la Concepción, movidos por el corazón, se reunieron para agradecerle a don Francisco Rodríguez sus años de dedicación para preparar a sus alumnos para afrontar la vida y dar parte de su corazón para hacer “buenos cristianos y honrados ciudadanos".
El encuentro comenzó agradeciendo a Dios en la Eucaristía por don Francisco, fiel reflejo de un Don Bosco cercano y presente en los patios llenos de jóvenes. “Gracias, porque hacéis que mi vocación se vea reforzada”, comentaba con humildad el salesiano.
Al finalizar ese primer momento, tuvo lugar un almuerzo en el que se le hizo entrega de varios detalles. Por último se celebró por adelantado con una tarta sus 50 años de sacerdocio, ya que en abril se encontrará en tierras africanas como lleva haciendo desde hace más de 25 años, desde que se fue de La Línea en el año 1989.
"Don Bosco sigue vivo en Salesianos como Paco que supieron sembrar y que hoy han podido recoger el fruto en muestra de cariño de unos hijos que lo llevan en el corazón", comentaban los Antiguos Alumnos participantes.