La deportista de la sonrisa eterna, Ruth disfruta con lo que hace, tras sus triunfos hay mucho sacrificio y trabajo en equipo. Una entrevista vital que nos acerca a una campeona cercana y optimista ante la vida. Gracias Ruth por dedicarnos tu tiempo y tu cercanía.
¿Cuándo decidiste dedicarte a la disciplina del salto de altura?
Con once años comencé a entrenar con mi entrenador Ramón Torralbo son veintiséis años entrenando juntos, me enseño todas las disciplinas del atletismo y yo digo que el salto de altura me eligió a mí.
¿Cómo es Ruth Beitia como persona?
Soy una persona inquieta, vital, que sueña y que es amiga de sus amigos
¿Qué se siente al ser medalla de oro olímpica?
Se siente plenitud inmensa, un sueño cumplido, recompensa un amor inmenso por mi profesión. Lo importante es como lo consigues, con limpieza y esfuerzo
¿De dónde sacas fuerzas para seguir entrenando y compitiendo durante tantos años?
Saco fuerzas de muchos aspectos, conseguir mi sueño. La vida me ha dado esta oportunidad
La recompensa no solo está en los títulos ¿verdad Ruth?
La recompensa es la vida, hacer lo que a ti te gusta y hacerlo bien, llegar a la gente que te demuestra su cariño
¿Qué valores has aprendido en tu vida deportiva?
He aprendido todos los valores yo soy lo que soy gracias al deporte, sacrificio, perseverancia, fe, respeto. Las rivales que algunas de ellas se han convertido en amigas fuera de la pista. Con el trabajo en equipo hemos conseguido grandes objetivos. Y sobre todo he aprendido a hacer lo que me gusta.