El pasado 17 de marzo, en la parroquia "Dios Padre Misericordioso" de Tor Tre Teste, en Roma – hermanada con una parroquia de Okara, a unos 100 km de Lahore – fue oficiada una misa en memoria de las víctimas de los atentados del pasado domingo en Pakistán. Para presidirla estuvo el salesiano Mons. Enrico dal Covolo, Rector de la Pontificia Universidad Lateranense, quien dijo entre otras cosas: "¿Hasta cuándo tenemos que asistir impotentes a esta constante y cruel persecución?"
"’Llegará la hora en que cualquiera nos mate’- profetiza Jesús a sus discípulos en el solemne testamento de la Última Cena – ‘creerá hacer culto a Dios’. Y esta hora ha llegado! Jesús estará en agonía hasta el fin del mundo’: así escribió Blaise Pascal. Y hoy nos gustaría, de alguna manera, tocar, besar, venerar el cuerpo bendito de Jesús que sufre y muere en los numerosos mártires de nuestro tiempo", comenzó el obispo en su homilía.
"Muchos hermanos y hermanas son perseguidos a causa de su amistad con el Señor – dijo el rector de la Universidad Pontificia Lateranense -. ¡Que advierte esto para nosotros! ¡Qué ejemplo para nuestra vida cristiana a menudo tibia e insípida!".
La multiplicación de los atentados, ejecuciones y de los martirios llevan al prelado a exponer incluso preguntas incómodas: "¿Hasta cuándo tenemos que asistir impotentes a esta constante y cruel persecución? ¿Hasta cuándo – preguntó finalmente el prelado – tendremos que esperar a que los poderosos de este mundo se incomoden en defensa de los débiles?".
A la celebración eucarística, que precedió la proyección de algunas fotos de Pakistán y de la iglesia dedicada a San Juan atacada por los terroristas, también asistió un ciudadano originario de Lahore, convertido al cristianismo. "Solo la presión internacional sobre el gobierno de Pakistán puede evitar lo que está sucediendo y dar más seguridad a las iglesias y a los cristianos", dijo el hombre a Roma Siete, órgano informativo de la diócesis de Roma.