El acto se inició con la celebración de la eucaristía presidida por el propio don Juan Carlos y que concelebró la Comunidad Salesiana de Cádiz.
Fue un momento de sincero agradecimiento por parte del salesiano en el que sacó a relucir el cariño y admiración que siente por la casa de Cádiz y por todos los que forman parte de ella. Destacó, además, lo feliz y querido que siempre se ha sentido en unos años que han supuesto para él una verdadera experiencia de fe, con la eucaristía como sustento principal que ha intentado siempre transmitir a todos.
Además, con bellas y profundas palabras animó a toda la comunidad educativo pastoral a continuar con la misión que se está llevando adelante, que no es otra que transmitir la fe, el valor de la eucaristía y el modelo pedagógico de Don Bosco a niños y jóvenes con el fin de que sean buenos cristianos y honrados ciudadanos.
Después de la eucaristía, los asistentes pudieron compartir la cena de convivencia en la que se obsequió a don Juan Carlos con una medalla de la Virgen del Rosario, patrona de la ciudad. Además, como parte del homenaje, se realizó una colecta para recaudar fondos para la beca de promoción del sacramento del sacerdocio.
Para concluir, el salesiano puso el colofón al término de la cena con unas palabras dedicadas a la familia salesiana de Cádiz. Resaltaba el gran valor que tienen los distintos grupos y estamentos de la casa. Del mismo modo, destacó la riqueza que supone seguir llevando cada uno adelante, desde su aportación, la importante misión de los salesianos en favor de la juventud.
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