El curso lo impartió personal de una empresa especializada que, tras una breve introducción teórica, dio pie a que todos los participantes apagaran repetidamente fuegos con extintores de pulso, CO2 y agua y también probar el uso de las mangueras de incendios.
Los responsables de mantenimiento aprovecharon para comparar el uso de los extintores hídricos (en proceso de implantación en las escuelas del territorio) con los tradicionales. La experiencia sirvió para eliminar miedos, poder consultar dudas y familiarizarse con el fuego y como extinguirlo.