La Asociación de Antiguos Alumnos de Don Bosco colabora una año más con el oratorio preparando las buenas tardes y posterior degustación de castañas asadas rememorando el milagro. El tesorero de la asociación explicó a los niños y niñas del oratorio cómo Don Bosco tuvo castañas para todos y cada uno de sus muchachos después de rezar por los difuntos.
Alrededor de 250 jóvenes, de edad y de espíritu, disfrutaron soplando, pelando y saboreando en el patio del colegio ricas y sabrosas castañas.
Por otra parte, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos ofreció durante el mismo fin de semana una jornada de convivencia en el que disfrutaron todas las familias en torno a la elaboración de unas tradicionales migas.