Ayer noche, en el auditorio Axa de Barcelona, tuvo lugar la fiesta de entrega de los XXIII Premios edebé. Los ganadores, como ya se había anunciado en la rueda de prensa del día anterior, fueron Rodrigo Muñoz Avia por El signo prohibido y Care Santos por Mentira.
El acto fue presidido por el Inspector Provincial de los salesianos de la Inspectoria María Auxiliadora, Cristóbal López, el Conseller de Cultura de la Generalitat, Ferran Mascarell, y contamos con la asistencia de autoridades, escritores, ilustradores, libreros, educadores, bibliotecarios, así como del Consejero de Comunicación Social de la Congregación Salesiana, Filiberto González, venido expresamente desde Roma.
Después de unas palabras de bienvenida de Antonio Garrido, Director General de edebé, y del Conseller de Cultura, los asistentes gozaron de un espectáculo de arena y luz, lleno de magia y poesía, homenaje a Don Bosco con motivo del bicentenario del nacimiento.
El Inspector Cristóbal López fue el responsable de clausurar la velada. Felicitó a los premiados y recordó la importancia de la lectura en la formación de los jóvenes y por tanto de la labor de edebé. Finalizó su intervención manifestando el firme apoyo de la congregación salesiana al grupo editorial y a seguir con la labor de educar a los jóvenes.
***
Rodrigo Muñoz Avia (Madrid, 1967), con la novela El signo prohibido, y Care Santos (Mataró, Barcelona, 1970), con la novela original en catalán, Mentira, son los ganadores de la XXIII edición del Premio EDEBÉ de Literatura Infantil y Juvenil.
Las dos obras premiadas enlazan directamente con la realidad, a veces muy dura, de los niños y los jóvenes, y son un homenaje a la literatura.
Hacía cinco años que Rodrigo Muñoz Avia no escribía para niños. No tenía una idea clara hasta que la figura del gran escritor George Perec le sugirió la historia.
Aunque el ser humano no puede cambiar la realidad, sí podemos cambiar y jugar a nuestro antojo con el lenguaje como hizo George Perec. Luchar y revelarse por una causa a través de las palabras es precisamente la eficaz herramienta que utiliza Jorge, el joven protagonista de El signo prohibido.
Ha desaparecido misteriosamente su mejor amiga, Aleksandra, y hasta que regrese o la encuentre ha decido omitir la letra «A». No será fácil el desafío, la protesta de esta novela intrigante, bien urdida, sobre la amistad, el amor y las ausencias, y con un protagonista muy poderoso: el lenguaje.
También hacía tiempo que Care Santos deseaba escribir una historia sobre el trato que reciben por parte de la sociedad los jóvenes criminales. Es un tema difícil de abordar, más si pensamos en estas edades. Con la premisa de que hay solución cuando el delincuente es un menor, la escritora aborda el día a día de los jóvenes marginales, abocados en la mayoría de los casos a la delincuencia y a la cárcel.
Mentira es la historia de Xenia, una joven que estudia Bachillerato y se enamora, no de un chico de su entorno sino de un fantasma, de una voz surgida de Internet con la que comparte su pasión por la lectura. Intentará un encuentro, pero la identidad del joven es falsa, no existe. ¡Es mentira!
Un paquete inesperado le desvelará la identidad del muchacho con quien ha compartido sus más íntimas emociones. Proviene de la cárcel de menores y contiene la historia de un asesino. Mentira es un relato impactante, que intriga, arrastra y finalmente noquea al lector, rompiendo esquemas y prejuicios.
345, procedentes de todo el Estado español y también de diversos países de América Latina, confirman la consolidación del premio, como lo hicieron La isla de Bowen, de César Mallorquí, y Palabras envenenadas, de Maite Carranza, galardonadas con el Edebé, que posteriormente fueron también distinguidas con el Premio Nacional 2013 y 2011, respectivamente, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes.