El Rector Mayor de los salesianos, don Ángel Fernández Artime, ha comunicado el nombramiento de
Fernando Miranda Ustero como
nuevo Inspector de la Inspectoría María Auxiliadora tras hacer pública su decisión mediante una carta compartida por el Consejero Regional, don Juan Carlos Pérez Godoy. El anuncio, tras el discernimiento del Consejo General llevado a cabo durante la sesión celebrada este mes de enero, coincide con la festividad de San Francisco de Sales, patrón de la Congregación, y se enmarca en el día 24 en el que se recuerda a la Virgen de Don Bosco.
Fernando Miranda, hasta la fecha vicario provincial, recoge el testigo de Ángel Asurmendi al frente de una de las dos inspectorías de España, que agrupa las obras salesianas de Andalucía, Aragón, Baleares, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura y Región de Murcia, y que cuenta con su sede en Sevilla desde la unificación llevada a cabo en junio de 2014.
Ángel Asurmendi compartía la decisión del Rector Mayor con unas palabras dirigidas a los hermanos en las que ‘daba gracias a Dios por mover el corazón de Fernando para que acepte este nuevo servicio a la Inspectoría, y también a él por haber aceptado con generosidad’. En su mensaje confianba en que el nuevo Inspector será acogido con cariño, aceptación y generosa respuesta de ayuda y colaboración por parte de todos y ponía en valor la oportunidad de Fernando para acompañar, como parte activa del proceso iniciado, las nuevas líneas del Proyecto Orgánico Inspectorial y el Proyecto Educativo Pastoral Salesiano Inspectorial aprobados recientemente. «El desempeño de sus funciones como Director, Delegado de Pastoral, Vicario y Delegado de Formación le han permitido conocer la Inspectoría y adquirir una gran experiencia de vida salesiana que enriquecerá con abundancia nuestro caminar vocacional para servir, con mirada comprometida y carismática, y abrir nuestros corazones a respuestas audaces con los jóvenes y desde los jóvenes y sus familias», añadía Asurmendi expresando el agradecimiento y apoyo con la oración y la plena colaboración. «Que nuestra Madre, María Auxiliadora, y Don Bosco lo guíen, sostengan y protejan», concluía.