Este pasado viernes 17 fue asesinado en la casa salesiana de Bobo Diuoulasso, Burkina Faso, el salesiano salmantino, Fernando Hernández, tras recibir un ataque con arma blanca a manos de un antiguo empleado despedido hace dos meses. En el ataque también resultaba herido el salesiano Germain Plakoo-Mlapa, que recibió heridas de gravedad de las que se está recuperando.
El asesino fue apresado inmediatamente por las fuerzas de seguridad. Se da la circunstancia de ser el segundo salesiano asesinado en el país africano en tres meses después de que Antonio César Fernández fuera víctima de un ataque yihadista.
La Congregación Salesiana expresa su profundo dolor por la trágica muerte del salesiano, y quiere estar cerca de su familia y de los hermanos de su comunidad. Al tiempo que condena toda forma de violencia, se reafirma en su voluntad de seguir trabajando en estos países africanos, especialmente con la educación y evangelización de los jóvenes, para contribuir a su pleno desarrollo. El Rector Mayor, D. Ángel Fernández Artime, ha enviado un comunicado: "Cuando solo es posible la fe el silencio y la oración…"
La obra salesiana de Bobo Dioulasso en Burkina Faso, donde el salesiano misionero asesinado era vicario y ecónomo, atiende un prenoviciado, parroquia, oratorio, escuela profesional y casa de acogida. La noticia ha causado gran consternación en todo el mundo salesiano.
Fernando Hernández, nacido el 8 de abril de 1959, era natural de Ledesma (Salamanca) pero cursó estudios de Formación Profesional en Urnieta (Guipuzkoa) donde su familia emigró cuando él era joven. Posteriormente, respondiendo a la vocación salesiana, realizó estudios de Filosofía y Teología, se ordenó sacerdote en Santander y en seguida fue enviado a Benín como misionero.
Su vida ha estado ligada al desarrollo de las diferentes obras de la Inspectoría Salesiana de África Occidental Francófona (AFO) en las que ha trabajado por el impulso de la Formación Profesional. Como expresan algunos de sus formadores aquí en España: “Era un sacerdote con formación técnica, un perfil muy interesante para el trabajo realizado en los lugares a los que ha sido destinado por ser la Formación Profesional el motor del desarrollo para los jóvenes estudiantes y su entorno”.
El funeral y posterior sepelio se celebrará en el propio país africano, tal y como el propio Fernando Hernández había expresado en repetidas ocasiones, en el caso de que le sucediera algo. Hasta Burkina Faso desde Urnieta y Ledesma se desplazarán algunos de sus familiares acompañados por miembros de la Congregación Salesiana.
Los salesianos están presentes en Bobo Diuoulasso desde 1994, con un proyecto que se desarrolla de forma coordinada en tres localizaciones: un centro de atención para chicos y chicas de la calle, un centro de alfabetización y un centro de formación profesional con más de 300 alumnos.
Mensaje del Rector Mayor
Mis queridos hermanos y hermanas de toda nuestra Familia Salesiana en el mundo. Les escribo para compartirles una noticia triste e invitarles de nuevo a poner nuestras vidas y Misión en las manos del Único que les da pleno sentido: El Dios del Amor y su Hijo Jesucristo, el Señor Resucitado.
Estaba llegando a Brazzaville (República del Congo) en la visita que estoy haciendo a esta nueva Visitatoria cuando el Inspector de AFO (África francófona occidental), el P. José Elegbede me comunica que unos pocos momentos antes han asesinado cruelmente al salesiano misionero P. Fernando Hernández, y está gravemente herido en el hospital el P. Germain Plakoo-Mlapa, el mismo que presenció, estando a su lado, el asesinato del P. César Antonio Fernández, tragedia ocurrida tres meses exactamente en el día de ayer.
Esta vez el motivo de la tragedia fue una venganza. Parece ser que un antiguo cocinero de la comunidad, del que se prescindió de su servicio hace un año, entró a la hora del almuerzo en el comedor donde los hermanos se disponían a comer, y con machete en mano llevó a cabo su venganza.
En tres meses, dos hermanos misioneros pierden la vida en la misma Inspectoría. Recemos también fervientemente por la vida del P. Germain y también por sus heridas en su psiqué y su alma, puesto que debe ser terrible vivir todo lo que él ha vivido en este tiempo.
Mis queridos hermanos y hermanas de nuestra hermosa familia salesiana: simplemente les escribo para compartirles a todos el dolor que los hermanos comparten en las familias, y para pedirles una oración ante esta dolorosa realidad.
Estamos viviendo el hermoso tiempo Pascual y en estos momentos yo sólo puedo anclarme en la Fe en el Señor, hacer silencio y orar para que Él transforme en Vida y en Bien para el pueblo africano, y para todos los pueblos, esta sangre de mártires derramada cruel e inocentemente.
Nuestros dos hermanos salesianos fallecidos (el P. César Antonio, y el P. Fernando) han vivido amando profundamente al pueblo africano, a los jóvenes africanos y sus familias y buscando su bien en el nombre del Señor.
Que nuestra oración de hoy siga siendo de intercesión por ellos, de fuerte plegaria por el P. Germain y de perdón por los asesinos, como ha hecho el Señor.
Nuestra Madre Auxiliadora les lleva de la mano ante Dios Padre, y ella sigue también cuidando de todos nosotros, hijas e hijos aquí.
También con estas mis palabras hacemos llegar nuestras condolencias y nuestra hermandad al P. José Elegbede y a esta sufrida y querida Inspectoría de AFO. Don Bosco desde el cielo no les abandona, queridos hermanos.
Con verdadero afecto en el Señor y en Don Bosco, P. Ángel Fernández Artime, sdb, Rector Mayor.