ESTUDIO DE LA PALABRA| CICLO A – XXVIII DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

9 octubre 2023

XXVIII DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO Ciclo A (MT 22,1-14)
ORACIÓN

Creemos que estás en medio de nosotros, Padre, y en nuestro interior;
creemos que el Espíritu de tu Hijo nos impulsa.
Te pedimos que no dejamos de estar abiertos al Espíritu,
y que sepamos escuchar sus insinuaciones.
Que venga sobre nosotros tu Espíritu
que nos ayude a conocer más a tu Hijo
a través de la Palabra que ahora escucharemos.

1. LEE…

¿Qué dice el texto?
Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.

Texto (MT 22,1-14)

En aquel tiempo Jesús se puso a hablar de nuevo en parábolas a los sumos sacerdotes y a los senadores del pueblo diciendo: «El reino de Dios es semejante a un rey que celebró las bodas de su hijo. Envió sus criados a llamar a los invitados a las bodas, y no quisieron venir. Mandó de nuevo a otros criados con este encargo: Decid a los invitados: Mi banquete está preparado, mis terneros y cebones dispuestos, todo está a punto; venid a las bodas. Pero ellos no hicieron caso y se fueron, unos a su campo y otros a su negocio; los demás echaron mano a los criados, los maltrataron y los mataron. El rey, entonces, se irritó, mandó sus tropas a exterminar a aquellos asesinos e incendió su ciudad. Luego dijo a sus criados: El banquete de bodas está preparado, pero los invitados no eran dignos. Id a las encrucijadas de los caminos y a todos los que encontréis convidadlos a la boda. Los criados salieron a los caminos y recogieron a todos los que encontraron, malos y buenos, y la sala de bodas se llenó de invitados. El rey entró para ver a los invitados, reparó en un hombre que no tenía traje de boda y le dijo: Amigo, ¿cómo has entrado aquí sin tener un traje de boda? Pero él no contestó. Entonces el rey dijo a los camareros: Atadlo de pies y manos y arrojadlo a las tinieblas exteriores: allí será el llanto y el crujir de dientes. Porque muchos son los llamados, pero pocos los escogidos».

Comentarios:
La tercera parábola completa el mensaje de las dos anteriores. El tema de fondo sigue siendo el rechazo de la invitación que Dios hace para acoger la salvación, representada ahora con una imagen frecuente en los profetas del Antiguo Testamento: el banquete de bodas.

En realidad Mateo ha unido aquí dos parábolas: la de los invitados al banquete (Mt 22, 1-10), y la del comensal sin vestido apropiado (Mt 22, 11-14), y ha hecho del conjunto una explicación de la entrada de los paganos en la iglesia, y una exhortación a su comunidad para que confirme con obras cada día su vocación cristiana. Probablemente, en labios de Jesús, la parábola de los invitados a la boda expresaba el rechazo de su mensaje por parte de los líderes del pueblo, y la acogida que le dispensaron los marginados: pecadores, prostitutas, etc. Sin embargo, los primeros cristianos vieron también en ella la explicación de una nueva circunstancia que estaban viviendo y no alcanzaban a comprender: la predicación de la buena noticia era mejor acogida entre los paganos que entre los judíos. ¿Significaba esto que Dios había abandonado a su pueblo? No. Es más bien el pueblo elegido el que no ha querido escuchar las repetidas invitaciones de Dios. Entonces los criados, mensajeros de la buena noticia, tuvieron que salir a los caminos del mundo y llamar a otros, que ahora llenan la sala del banquete. Sin embargo, cuando Mateo escribe su evangelio esta iglesia, compuesta por judíos y paganos, lleva algunos años de andadura. Comienza a aparecer una situación nueva, propia de cristianos viejos, que creen tener asegurada la salvación. El evangelista quiere advertirles de que no es suficiente con haber aceptado la invitación.

Para entrar en el banquete del reino es necesario un estilo de vida que ponga en práctica las enseñanzas de Jesús. Esta es la exhortación contenida en la parábola del comensal sin vestido apropiado. Es cierto que Dios ha llamado a todos a participar en el banquete del reino, pero sólo serán admitidos aquellos que hayan respondido a la invitación cambiando su estilo de vida. La exhortación de Mateo se dirige a todos los cristianos confiados en sus privilegios, para decirles que la respuesta a la llamada de Dios es nueva cada día, y cada día debe ser vivida poniendo en práctica la voluntad del Padre.

2. MEDITA…

¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Sugerencias:

“La presentación del Reino es como un banquete, símbolo por excelencia de alegría, convivencia, encuentro, comunión e intimidad…”

“No es posible estar en el banquete y vivir con el corazón fuera de Dios”

– “Venid al banquete”
– “Venga a nosotros tu Reino”

3. CONTEMPLA Y REZA…

¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Sugerencias:

Oigo, Señor,
que me estás llamando otra vez.
Me invitas a la boda de tu hijo, al banquete del reino.
Gracias, Señor, por tu invitación;
Porque me has elegido para establecer tu reino de justicia,
de amor y de paz.
¡Cuenta conmigo, Señor!

.4. ACTÚA…
¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

5. COMPARTE…
Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo.

6. DA GRACIAS…
Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.

Gracias, Padre, por lo que me has revelado con esta Palabra.
Ayúdame a progresar en el conocimiento de tu Hijo, Jesús,
y hazme dócil a la acción del Espíritu en mi vida.

Fuente Oración: Evangelio al dia 2020 Ed. CCS

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