ESTUDIO DE LA PALABRA| CICLO A – VI DOMINGO DE TIEMPO ORDINARIO

6 febrero 2023

Propuesta de Lectio Divina personal (o en grupo)

VI Domingo de Tiempo Ordinario Ciclo A (Mt 5,17-37)

 

 

ORACIÓN

Envía sobre nosotros, Señor, tu Espíritu Santo:

que disponga nuestro corazón para escuchar tu Palabra;

que nos conceda encontrarte en ella;

y que haga que esta Palabra se convierta en vida en nuestras personas.

(B) PASOS PARA LA MEDITACIÓN

  1. LEE…

¿Qué dice el texto?

Atiende a todos los detalles posibles. Imagina la escena. Destaca todos los elementos que llaman la atención o te son muy significativos. Disfruta de la lectura atenta. Toma nota de todo lo que adviertas. Para la comprensión del texto te pueden servir los comentarios que te ofrecemos a continuación.

Texto (Mt 5, 17-37)

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: [ «No penséis que yo vengo a desautorizar los libros de la Ley y los Profetas. No vengo a desautorizar-, sino a completarlos. Os lo digo con toda verdad: Mientras duren el cielo y la tierra, no pasará por alto ni la letra más pequeña, ni el rasgo más insignificante de los libros de la ley. Todo se cumplirá. Por tanto, aquel que deje de cumplir uno de los mandamientos más pequeños, y enseñe a otros a hacer lo mismo, será tenido por el más pequeño en el reino de los cielos, pero quien los cumpla y enseñe a hacerlo, será grande en el reino de los cielos.] Yo os digo que si no sois más justos de lo que lo son los escribas y los fariseos, no entraréis en el reino de los cielos. »Ya sabéis que los antiguos los mandaron:» No matarás «, y todo aquel que mate será reo ante el tribunal. Pues yo os digo: El que se enfade con su hermano, será reo ante el tribunal. [El que diga a su hermano una palabra de desprecio, será reo ante el Sanedrín, y el que lo insulte, acabará en el fuego del infierno. Por eso, ni que te encuentres ya altar, a punto de presentar la ofrenda, si allí te acuerdas que un tu hermano tiene algo contra ti, deja allí mismo tu ofrenda, y vete primero a hacer las paces con él . Ya volverás después, a presentar tu ofrenda. Si alguien te llevaron al juzgado, mientras vais, entiende en cuenta enseguida, antes no te ponga en manos del juez, y el juez en manos de los guardas, y te metan en la cárcel. Te lo aseguro: Una vez allí, no saldrías que no hubieras pagado hasta el último céntimo.] »Ya sabéis que está mandado:» No cometerás adulterio. «Pues yo os digo: Todo aquel que mira a una mujer con mal deseo, en el fondo del corazón ya ha cometido adulterio. [Por eso, si tu ojo derecho te hace caer en pecado, arranca-te tíralo y vale más que se pierda uno de tus miembros, y que no sea echado al infierno todo tu cuerpo. Y si tu mano derecha te hace caer en pecado, talla-te-y lanza-la y vale más que se pierda uno de tus miembros, y que no sea echado al infierno todo tu cuerpo. »También está mandado:» Si alguien se divorcia de su mujer, que le dé un documento donde conste el divorcio. «Pues yo os digo: Todo aquel que se divorcia de su mujer, fuera del caso de una unión ilegal , hace una adúltera, y el que se casa con una repudiada, comete adulterio.] »También sabéis que los antiguos los mandaron:» No rompas los juramentos. «Y también:» Cumple todo lo que has jurado en nombre del Señor. «Pues yo te digo: No juris nunca: [ni por el cielo, que es el trono de Dios, ni por la tierra, que es el estrado de sus pies, ni por Jerusalén, que es la ciudad del gran Rey, ni por tu cabeza, ya que tú no puedes ni hacer blanco o negro un solo cabello. ] Decir sencillamente sí cuando es sí, y no cuando es no. Todo lo que decís de más, viene del Maligno. « 

Comentarios:

Las enseñanzas de Jesús no pretenden abolir la ley, como pensaban algunos carismáticos en la comunidad de Mateo, sino llevarla hasta sus últimas consecuencias. Según la doctrina de los fariseos, el hombre debía practicar las obras buenas que le hacen justo ante Dios y le alcanzan la salvación. Sin embargo, su interpretación de la ley había caído en la casuística y en la trampa de los “mínimos imprescindibles”. Jesús propone una vivencia de la ley desde dentro, sin barreras, a fondo… en plenitud. La ley no debe ser acotada por una larga serie de preceptos, sino asumida desde dentro, como expresión de la voluntad de Dios, y abierta hasta sus últimas consecuencias. La clave para entender lo que Jesús propone se encuentra en las palabras finales de esta instrucción: sed perfectos como vuestro Padre celestial es perfecto (Mt 5, 48). Esta es la medida para interpretar y aplicar la ley.

Para explicar este modo de entender la ley de Moisés Mateo enumera cinco ejemplos (Mt 15, 21-48), en los que la interpretación de Jesús se contrapone a la interpretación restrictiva de los fariseos, y del mismo Antiguo Testamento. Estos ejemplos se refieren probablemente a cuestiones discutidas en su comunidad. Sin embargo, no se trata de una lista acabada, sino de una invitación a aplicar este mismo principio a otros casos y situaciones, y hacer presente un nuevo estilo de vida, que no se basa en el cumplimiento externo, sino en las actitudes profundas (véase Mt 15,1-20). El precepto “no matarás” no se refiere sólo a la muerte física. Hay formas más sutiles de “matar”: la tensión del enfrentamiento, el insulto, la descalificación… van matando poco a poco al hermano.

Los vv. 23-26 son una invitación a la reconciliación constante dentro de la comunidad. Mateo no pierde ocasión para exhortar sobre la necesidad y la urgencia del perdón mutuo (véase comentario a Mt 18). Sin esta constante reconciliación no es posible la relación con Dios, porque no se puede vivir unido a Dios sin estar unido a los hermanos. En este pasaje se abordan dos cuestiones relacionadas con la vida matrimonial. También para estos casos vale la regla general, porque el adulterio empieza en el corazón, y la separación indiscriminada es una solución demasiado superficial (véase el comentario a Mt 19,1-9). Las palabras de los vv. 29-30 insisten en la decisión radical que exige la vida cristiana. Marcos coloca estas palabras en el contexto de una instrucción sobre el seguimiento de Jesús (Mc 10,11-12). La alusión al ojo derecho y la mano derecha ponen de manifiesto que nada puede ser más importante que vivir según la enseñanza de Jesús.

El discípulo debe estar dispuesto a todo para reflejar en su vida la perfección del Padre celestial. La necesidad de avalar la propia palabra con un juramento, como era costumbre entre los judíos, supone un clima de desconfianza. Sin embargo, la llegada del reino inaugura un clima de sinceridad, que hace innecesario este aval y cualquier otra prueba. En este clima el sí y el no de los labios debe corresponder al sí y al no del corazón.

  1. MEDITA…

¿Qué me dice Dios a través del texto? Atiende a tu interior. A las mociones (movimientos) y emociones que sientes. ¿Algún aspecto te parece dirigido por Dios a tu persona, a tu situación, a alguna de tus dimensiones?

Sugerencias:

“Al Maestro le interesa que crezca el centro, la raíz, la fidelidad del corazón”

“Sólo Cristo nos da la fuerza, los ánimos, el coraje y la paciencia para ser auténticos seguidores de su Persona”

  • “Habla, Señor”
  • “Mi Dios mi todo”
  1. CONTEMPLA Y REZA…

¿Qué le dices a Dios gracias a este texto? ¿Qué te mueve a decirle? ¿Peticiones, alabanza, acción de gracias, perdón, ayuda, entusiasmo, compromiso? Habla con Dios…

Sugerencias:

Señor,

Danos fuerza para ser fieles a tu Palabra,

a tu proyecto sobre nosotros.

Señor danos fuerza para hacernos las grandes preguntas,

las que dan sentido a la vida…

Señor danos fuerzas para andar por los caminos

Que nos llevan a tu reino

  1. ACTÚA…

¿A qué te compromete el texto? ¿Qué ha movido la oración en tu interior? ¿Qué enseñanza encuentras? ¿Cómo hacer efectiva esa enseñanza?

  1. COMPARTE…

Si la Lectio se hace en grupo, podéis compartir con sencillez lo que cada uno ha descubierto, para enriquecimiento del grupo.

  1. DA GRACIAS…

Puedes acabar este momento con una oración: expresa a Dios lo que has vivido, dale gracias por lo que te ha manifestado, y pide al Espíritu que te haga pasar de la Palabra a la vida.

Ven, Espíritu Santo,

ilumina mi corazón para que pueda entender la Palabra,

conocer más a Jesús

y hacer que en mi vida camine con criterios evangélicos.

 

Fuente Oración: Evangelio al dia 2019 Ed. CCS

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