1- ¿Qué pensaste cuando te pidieron hacerte cargo de la Dirección de la comunidad y la presencia salesiana en Alcoy allá por el año 2011?
Fue una propuesta “in extremis”, allá por el mes de julio, y la acepté con el espíritu de obediencia y la disponibilidad propia de cualquier salesiano. No fue fácil, porque todavía me quedaba un año de mi responsabilidad anterior en Elche, y tuve que salir sin apenas tiempo para comunicar mi marcha y poder despedirme de toda la gente buena de Elche. Con todo, al tratarse de Alcoy, ciudad en la que ya había estado en otra etapa anterior, llegué con ilusión y ganas de aportar y compartir los dones que Dios me regala.
2- ¿Cuál es el mayor desafío enfrentado durante este tiempo al frente de los Salesianos en Alcoy?
La unidad. La primera y principal prioridad indicada por mis superiores fue la de trabajar para crecer hacia la unidad de Salesianos Alcoy. Durante estos años ha sido mi mayor empeño y el del conjunto de la comunidad salesiana, y no solo porque así nos lo indicaran nuestros superiores, sino porque creemos firmemente que la presencia salesiana en Alcoy solo tendrá futuro si avanzamos en esa dirección.
3- ¿Cuáles crees que son los mayores desafíos en los próximos años?
Diría que el mismo que hace seis años, la unidad. Conocernos y amarnos, aprendiendo a aceptar e integrar las diferencias legítimas y a vencer las resistencias humanas que todavía existen en algunas personas. Junto a este, señalo otro desafío igual de importante: dejarnos querer por Dios. Todos los que formamos parte de Salesianos Alcoy estamos llamados a crecer como hijos de Dios amados de forma totalmente gratuita y sin tener que hacer ningún mérito para ello; estamos invitados a formar parte de un mismo proyecto educativo-pastoral-evangelizador y, a partir de ahí, estamos interpelados a dar respuestas valientes y concretas a la realidad de los chavales más necesitados, los “últimos” de nuestra ciudad. Y un último desafío es el que le plantearía a unas cuantas personas significativas implicadas en algunos de nuestros ambientes y grupos: dejar de añorar el pasado, de mirar continuamente por el retrovisor. Erradicar de nuestra presencia la actitud paralizante del “siempre se ha hecho así”. Vivir el presente con ilusión renovada y soñar el futuro con esperanza. El papa Francisco es muy claro en este sentido: "los cristianos obstinados en el ‘siempre se ha hecho así’, pecan (…). Es más importante lo que se dijo y no cambiar; es más importante lo que siento yo -por mi parte y en mi corazón cerrado- que la Palabra del Señor: ‘nadie echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres, y se pierden el vino y los odres; ¡a vino nuevo, odres nuevos!".
4- ¿Qué te llevas de esta experiencia?
Permanecerán en mi los besos y abrazos dados y recibidos, el cariño de los chavales y de las personas a las que he querido, por las que me he sentido querido. Todo el bien recibido y el perdón ofrecido, compartido y recibido.
5- ¿Qué es lo más gratificante de llevar adelante la responsabilidad de ser director?
Partiendo del hecho que, salvo excepciones, ningún salesiano por voluntad propia quiere ser director, he de decir que en mi caso siempre que me han propuesto realizar este servicio, he puesto todo mi empeño en poner corazón en todo lo que soy y hago, intentando llegar a todos, especialmente a los chavales con menos oportunidades y mayores dificultades. Gratifica cuando uno se percata que sirviendo como director está contribuyendo al bien común, y, sobre todo, al bien de estos chavales.
6- Y en el futuro más inmediato… ¿dónde te podremos encontrar? ¿cuál será ahora tu labor?
A partir del mes de agosto mi nueva casa estará en Burriana, una ciudad con entrañables recuerdos para mí, pues allí comencé a discernir la vocación salesiana de la mano de un excepcional salesiano alcoyano y universal, Paco Silvestre. Mi tarea, como salesiano, es siempre los jóvenes. Sin perder nunca esto de vista, el Inspector me destina para que siga realizando el servicio de director entre mis hermanos de la comunidad salesiana allí encarnada y para las personas de esta bonita y completa presencia salesiana.
7- Añade lo que consideres oportuno…
Perdón y gracias. Perdón por aquellas situaciones o decisiones que no han sido bien entendidas o aceptadas y que han podido causar malestar o desconcierto en algunas personas. Siempre he intentado, aun con mis limitaciones y mis imperfecciones, velar y mirar por el bien común. Soy consciente que no siempre lo he conseguido. Y gracias. Gracias a los niños y jóvenes de todos los ambientes, y a sus familias: centro juvenil Pinardi, colegios, PAE, grupo scout Brownsea y parroquia. Gracias a todos aquellos laicos (animadores, catequistas, profesores, educadores, miembros de la familia salesiana, personal deadministración y servicios, voluntarios…) que comparten misión y carisma. Gracias a los AA.AA. de estos seis años, tanto los que han concluido 4º de ESO en ambos colegios como a los de Formación Profesional de Juan XXIII. Un gracias sent ido y entrañable a los chicos y chicas queterminaron la secundaria en San Vicente el curso 2014-2015, “la juventud de Veri”, como ellos/as mismos se autodenominaron. Y gracias a todas y todos aquellos que, conociéndome, han elegido estar cerca de mí. Son caricia y reflejo de la bondad y la ternura del Dios de Jesús, el mismo Dios que eligió a María, la Auxiliadora, como Madre, y a Don Bosco como Padre, Maestro y Amigo de los chicos y chicas de Alcoy y de todo el mundo.