“Una vez un guardia nos dijo que no podíamos matar a las cucarachas, porque nuestras vidas eran menos valiosas que la de una cucaracha”, cuenta un interno que pasó 4 años en la carcel de Pademba Road. Las vidas de los encarcelados, los “hombres sin rostro”, es una experiencia de sufrimiento constante. No es casualidad el nombre: “el infierno en la tierra”. Para los encarcelados, la vida no es fácil, ni siquiera para aquellos que salen; a no ser que encuentren alguno que quiera ayudarlos.
Durante este primer semestre de 2017 el equipo legal de Don Bosco Fambul ha facilitado y ayudado económicamente en la liberación de la prisión de varios internos beneficiarios nuestros mediante el pago de fianzas y multas. Para garantizar la justicia legal en la Prisión de Pademba, el equipo también ha tenido varias reuniones con la Junta de Asistencia Jurídica cuya responsabilidad principal es proporcionarla justicia a los sin voz en todo el país. La Junta de Asistencia Jurídica ha alabado el trabajo que Don Bosco ha hecho hasta ahora y se ha comprometido a apoyar las actividades plenamente. El equipo ha presentado a la Junta de Asistencia Jurídica los formularios de acreditación para proveedores de servicio de Asistencia Jurídica. A cambio, ellos han visitado e inspeccionado las instalaciones de Don Bosco Fambul para la prestación de servicios legales.
El departamento contactará pronto con las partes interesadas y se les notificará la situación de algunos presos detenidos sin acusación durante más de cinco años.
Además, el 27 de abril, aniversario de la Independencia del país, el presidente ejerce su prerrogativa de indulto al perdonar y liberar a algunos presos. Un total de 144 presos fueron liberados esta vez y entre ellos, cuatro de los beneficiarios del Don Bosco Fambul.
Los presos que obtienen la libertad vienen a Don Bosco Fambul y reciben ayuda en forma de prendas de vestir, alimentos y apoyo económico para facilitar el transporte a su pueblos y hogares. Sin embargo, uno de ellos compartía su propia perplejidad: "Salir fue como ir del infierno al cielo. Recuperar tu propia libertad es una experiencia maravillosa; pero inmediatamente después, cuando estaba fuera, me di cuenta de que nosabía si ir a la derecha o a la izquierda, porque nadie me estaba esperando, ningún sitio dónde ir a dormir. La única posibilidad que tenía era volver a las calles o… a Don Bosco. Gracias a Dios, había un lugar para mí en las Casas Tuteladas, mi única oportunidad para un comenzar de nuevo en la vida".