Más de medio millar de jóvenes asumen el protagonismo durante el verano salesiano y, con la mirada en el próximo curso, se suman a estas iniciativas diseñadas con el objetivo de promover el uso educativo del tiempo libre, conjugando actividades de ocio con otras de formación humana y espiritual. Una experiencia formativa integral donde, además del contenido propio del título, se encuentra un ambiente lúdico y educativo desde el encuentro personal, buscando ir más allá de las materias que se trabajan.
«Ser monitor es mucho más que tener un título. Es una forma de vida en la que se apuesta por embellecer el mundo que nos rodea. Nosotros te vamos a dar las herramientas para conseguirlo», compartían desde la coordinación de la Escuela Don Bosco sobre esta experiencia enmarcada en un primer bloque entre los meses de julio y septiembre con el ejemplo cercano desarrollado en diferentes localidades como Palma del Río, Pozoblanco, Sevilla, Sanlúcar la Mayor, Córdoba o Málaga.
«Ya que no podemos celebrar nuestro Oratorio de verano, desde el Centro Juvenil Magone, vemos la oportunidad de poder formarnos bien y así asegurar un mejor servicio a los jóvenes y a las familias que durante el curso y en verano comparten con nosotros su vida. Una puerta para la formación de calidad y la preparación más adecuada para los animadores y animadoras, siempre dispuestos a darlo todo por los niños y jóvenes», explican desde Pozoblanco sobre una experiencia intensa desarrollada del 5 al 14 de julio. «Hemos impartido todos los módulos de formación presencial y online en las fechas indicadas, de modo que, a lo largo del curso y en el Oratorio de verano próximo, los jóvenes que están en formación puedan realizar sus prácticas y culminar en un año su titulación oficial», añaden.
Una muestra del esfuerzo compartido en el apostar por la formación. Siempre buscando las oportunidades para mejor servir a los jóvenes.
Más de tres décadas al servicio de los jóvenes
La Escuela Don Bosco de Tiempo Libre y Animación Sociocultural nació en el año 1990 con el objetivo de formar animadores, educadores, monitores, maestros y todos aquellos profesionales dedicados a la educación no formal, siendo pionera en Andalucía de las Escuelas de Tiempo Libre. Hasta la actualidad han pasado por sus aulas más de 15000 alumnos y aún sigue teniendo la energía para recibir a otros tantos que buscan en ellas el enriquecimiento de la sabiduría de aquellos que son o fueron animadores, monitores y educadores antes que ellos.
Esta dedicación por la formación, no sólo en sus conocimientos teóricos y prácticos de la educación del ocio y la animación sociocultural, sino también de aquellas aptitudes y actitudes inherentes a las cualidades humanas de cada una de las personas, han sido el sentido de este trabajo a lo largo de tres décadas.