Evangelio Lc 12, 49-53
Narrador: En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
Jesús: He venido a prender fuego en el mundo: ¡y ojalá estuviera ya encendido!
Discípulo 1: Últimamente, maestro, nos tienes preocupados, no entendemos lo que nos quieres decir.
Jesús: Tengo que pasar por un bautismo, ¡y qué angustia hasta que se cumpla!
Discípulo 2: Maestro, ¿de qué angustia hablas?
Jesús: ¿Pensáis que he venido a traer al mundo paz? No, vengo a traer división.
Discípulo 1: ¿A qué te refieres cuando hablas de división?
Jesús: En adelante, una familia de cinco estará dividida: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos: el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra.
Cuántas veces hemos tenido que dejar amigos, grupos o equipos, por seguir a Jesús. Si defiendes la verdad, te enfrentas a los creadores de mentiras. Si estás del lado de los pequeños te pones enfrente de los poderosos. Y si defiendes a un extranjero cuando le insultan o persiguen te haces enemigo de quienes le ofenden. Siempre que plantes cara a cualquier forma de abuso, te pondrás en guerra con quienes abusan. Esto es lo que dice Jesús.
Jesús,
ayúdanos a pensar un poco en los demás:
ver cómo los podemos ayudar,
que necesitan, cómo podemos ser mejores amigos …
Por ejemplo, podemos
defender a los más débiles
y así ser todos más amigos. Gracias, Jesús.