Evangelio Lc 5, 1-11
Lucas: Jesús estaba a orillas del lago de Genesaret, en el momento en que unos pescadores habían desembarcado y estaban lavando las redes.
Niño1: ¡Vamos, Jesús nos va a hablar!
Niño2: ¡Yo también voy con vosotros!
Lucas: Dice Simón a Jesús:
Simón: Maestro, te van a aplastar. ¿Por qué no te subes a una barca?
Lucas: Subió, pues, Jesús a la barca de Simón y mandó a éste que le apartara un poco de la orilla. Desde la barca enseñaba a la gente.
Jesús: El Padre del cielo os quiere mucho y os necesita para anunciar la Buena Noticia.
Lucas: Cuando Jesús termino, le dijo a Simón:
Jesús: Rema mar adentro y echa las redes para pescar.
Simón: Maestro, nos hemos pasado la noche bregando y no hemos cogido nada. Pero si tú lo dices, echaré las redes.
Lucas: Y puestos a la obra, cogieron tal cantidad de peces que se reventaba la red. Y Simón no salía de su asombro. ¡Qué susto! Parecía un milagro.
Simón: ¡Eh, vosotros, Santiago, Juan, Andrés,… Venid y echadnos una mano!. ¡Traed los aparejos con la barca, que se nos rompe la red!
Lucas: Se acercaron y llenaron las dos barcas. Tantos peces había, que las dos barcas casi se hundían por el peso. Al ver esto, Simón se arrodilló delante de Jesús, diciendo:
Simón: ¡Apártate de mí, Señor, que soy un pecador!
Lucas: Y es que el asombro se había apoderado de él y de todos los que estaban con él, al ver la red llena de peces que habían cogido.
Jesús: No os asombréis, ni tengáis miedo: desde ahora seréis pescadores de hombres.
Lucas: Ellos sacaron las barcas a tierra y, dejándolo todo, lo siguieron.
Jesús nos pide que pase lo que pase no nos rindamos aunque, a veces, no den resultado nuestros esfuerzos a la primera. Hay que ser constantes y confiados. Si le escuchamos y aprendemos de él, seguro que nuestra vida dará buenos frutos. Todo lo que realicemos debemos hacerlo con una confianza muy grande en su Palabra.
Señor, Tú llenas de sentido mi vida,
me buscas para cumplir una tarea,
para completar la que tú comenzaste.
Yo quiero ser de los tuyos,
dejarme seducir por Ti
y comprometerme en tu misión,
para que todos vivamos una vida mejor
Danos tu fuerza, contágianos tus sueños
y juntos construiremos tu Reino