NARRADOR: En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente.
NIÑO 1: Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo
JESÚS: o soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne por la vida del mundo
NIÑO 2: ¿Cómo puede este darnos a comer su carne?
JESÚS: En verdad, en verdad os digo: si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. Como el Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre, así, del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Este es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre
el mundo.
por el gran don de Ti mismo.
Gracias por esta gran prueba de tu amor
que quiero vivir y agradecer
durante toda la vida.
Quiero pertenecerte siempre.
¡Venga tu Reino a mi corazón!
Que nunca me «acostumbre» a recibirte.
Santa María, Madre de Dios,
Confío en ti, ayúdame
a corresponder a tanto amor.