Evangelio Mc 6, 30-34
NARRADOR: En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús, y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo:
JESÚS: Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco.
NARRADOR: Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer.
JESÚS: Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
DISCÍPULO 1: Maestro, hay mucha gente que te quiere ver y desea estar contigo.
JESÚS: Hacedme caso. Necesitamos tranquilidad y reposo después de todo lo que habéis hecho en las aldeas y pueblos por los que habéis pasado.
NARRADOR: Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron.
DISCÍPULO 2: Maestro, mira cuánta gente ha venido para estar contigo y escucharte.
JESÚS: Estoy conmovido y contento por ver la multitud que ha venido, pero también me da lástima de ellos, porque andan como ovejas sin pastor.
NARRADOR: Y el mismo Jesús se puso a enseñarles con calma.
Después de cumplir durante un largo tiempo la misión que Jesús les encargó, todos sus amigos regresaron junto a Él. Les llevó a un lugar tranquilo para que nadie les molestara y allí se explicaron todas las aventuras que habían vivido como mensajeros de Jesús.
Señor quiero seguirte,
donde solo Tú y yo podamos hablar,
decirte todo lo que siento.
Quiero seguir tu ejemplo,
atender y enseñar al que lo necesita,
y también aprender de ti.
Gracias por todo lo que me das,
gracias porque estás conmigo
No me abandones nunca,
porque te necesito en todo momento.