Evangelio Jn 14,15-21
NARRADOR: ¡Eh, vosotros! ¿dónde vais?
NIÑO 1: Nooosotros… vamos… a… ¡jugar un rato!
NARRADOR: Y, ¿lo saben vuestros padres?
NIÑO 2: Bueno, no, pero…
NIÑO 1: Yo estoy en casa de mi abuela. Ella me cuida mientras mis padres trabajan.
NIÑO 2: Mis padres no se enteran.
NARRADOR: Tus padres han pedido a tu abuela que te cuide. Tus padres estarían, preocupados si vuelven y no estás. Me parece que no queréis mucho a vuestros padres.
NIÑOS: ¡Claro que les queremos mucho!
NARRADOR: Pues entonces os va a venir muy bien lo que nos dice Jesús este domingo. ¡Escuchad!
DISCÍPULO 1: Maestro, si te vas de nuestro lado, ¿cómo podremos demostrar que te queremos?
JESÚS: Es muy fácil, sólo tenéis que guardar lo que os he mandado.
DISCÍPULO 2: Hombre. Maestro, muy sencillo no es.
DISCÍPULO 1: Además estaremos solos, nadie nos cuidará.
JESÚS: No estaréis solos. Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor que esté siempre con vosotros.
DISCÍPULO 2: ¿Otro defensor? ¿Será tan valiente como tú? ¿Cómo se llamará este defensor?
JESÚS: Se llamará el Espíritu de la verdad.
DISCÍPULO 1: ¿Y nos defenderá sólo a nosotros?
JESÚS: Sólo a vosotros. El mundo no puede recibirlo porque no lo ve ni lo conoce.
DISCÍPULO 2: ¿Y nosotros, sí le conocemos?
JESÚS: Claro que sí, porque vive con vosotros y está con vosotros.
DISCÍPULO 1: Maestro, no te entendemos.
JESÚS: No os preocupéis. Pensad sólo que no os dejaré desamparados. ¡Volveré!
DISCÍPULO 2: ¿Y podremos verte como ahora? Porque el Espíritu ese no lo vemos por ninguna parte.
JESÚS: Hay muchas formas de ver. El mundo no me verá pero vosotros me veréis y viviréis, porque yo sigo viviendo.
DISCÍPULO 1: Maestro, tú dijiste que te ibas con el Padre.
JESÚS: Estaré con el Padre, pero vosotros estaréis conmigo y yo con vosotros. Hay muchas formas de estar.
DISCÍPULO 2: ¿Y nos puedes decir una?
JESÚS: Claro que sí: haced lo que os he mandado.
DISCÍPULO 1: Si guardamos lo que nos has mandado ¿estaremos contigo?
JESÚS: Claro que sí…, estaréis conmigo.
DISCÍPULO2: ¡Y así sabrás que te queremos!
JESÚS: El que acepta mis mandamientos y los guarda, ese me ama; al que me ama, lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y estaré con él.
Al despedirse Jesús de los apóstoles, estos se quedaron muy tristes. Jesús al verlo les animaba diciéndoles: -Si me amáis cumpliréis mis mandamientos. Y si os he dicho que estaré con vosotros y vosotros conmigo, ¿cuál es el motivo de vuestra tristeza? No os preocupéis ni acobardéis pues yo le pediré a mi Padre que os de otro defensor: el Espíritu que os dará la paz si seguís mi voluntad.
Señor, gracias
por ese amor tan grande que nos tienes,
porque nos invitas a amar a nuestros hermanos,
porque nos invitas a vivir la vida en el Espíritu.
Gracias por todos los momentos que nos haces compartir
con nuestros seres queridos, por las bendiciones y dones
que derramas en nosotros y en nuestros hogares.