No hay una única causa aislada responsable de las apariciones masivas de medusas en nuestras costas, sino que es la suma de factores como la sobrepesca, el cambio climático, el traslado de especies por las aguas de lastre de los barcos, la modificación de hábitats o la eutrofización (enriquecimiento en nutrientes del agua) la que está detrás del fenómeno. Esta es una de las conclusiones a las que llegaron los alumnos de 1º de Bachillerato, del curso 14-15, del centro. Todo guiado por la profesora de Biología Ana Villaescusa, actualmente jubilada, el proyecto de investigación que lo titularon ‘¿Rebelión en el mar? El nuevo protagonismo biológico de las medusas’.
Un trabajo que sigue rigurosamente el método científico. Tanto es así, que sobre algunos de sus hallazgos se va a hablar en el 8º Hydrozoan Society Workshop –un encuentro de expertos mundiales en hidrozoos (una clase de animales marinos perteneciente al Filum Cnidarios), a celebrar el próximo mes de junio en Isquia (Italia)– a través de la comunicación con la que participa la doctoranda del Instituto de Ciencias del Mar (ICM) de Barcelona Elena Guerrero.
Alumnado
El deseo de saber, aunque sólo sea desde la más básica curiosidad, está presente de manera innata en el ser humano. Caer en manos de un maestro que posee el entusiasmo de creer que la transmisión del conocimiento no se basa sólo en trasladar encorsetados conceptos aprendidos de otros, sino en disfrutar alentando ese deseo de saber y mostrando las herramientas necesarias para llegar a descubrir por uno mismo el por qué de las cosas, es el mayor regalo que una persona puede recibir en su etapa de formación. Estos estudiantes algecireños han tenido esa suerte con su profesora de Biología, que conserva intacta su ilusión por la docencia y la divulgación científica después de 38 años.
“Todo surgió de una idea que tenía desde hacía tiempo a raíz de los blooms de medusas en las playas de Algeciras que tuvieron lugar, sobre todo, en el verano de 2012 –explica Ana Villaescusa–, así que les planteé a mis alumnos investigarlo”. Es habitual en esta profesora de Biología proponer todos los años a sus estudiantes, de manera voluntaria, distintos trabajos de investigación, así como dejar que sean ellos mismos quienes los sugieran. En este caso, estuvieron de acuerdo en estudiar el comportamiento de las medusas. Así, formaron un grupo de nueve investigadores.
Según los expertos, el aumento de CO2 en la atmósfera estaría provocando la acidificación del agua –esto es, un descenso del pH a causa de una mayor absorción de este gas– y el aumento de las temperaturas de los océanos (calentamiento global). Consecuencias negativas ligadas al cambio climático que, sumadas a la degradación general del ecosistema, curiosamente podrían estar favoreciendo a las poblaciones de medusas, al tratarse de organismos capaces de sobrevivir en condiciones que otros no soportarían.
Para los alumnos de Villaescusa uno de los primeros pasos fue la búsqueda de bibliografía. “Siempre les digo que hay vida más allá de Wikipedia”, bromea. Y por grupos, se dividieron la tarea en tres partes. Una primera referida a conocer las generalidades de los cnidarios (grupo de animales marinos muy diverso, entre los que se encuentran además de medusas e hidrozoos, también corales y anémonas), con el fin de entender cómo es su ciclo biológico, entre otras características. Otra parte, “de la que se sabe poco y que hemos llegado a concretar más”, que profundizara en la estructura química de los venenos que las medusas usan tanto para capturar presas como para defenderse. Y una tercera, que estudiara la posible causa de los blooms de medusas y sus outbreak o epidemias para conocer sus posibles causas.