Tras el paso del huracán “Idai”, por el sureste de África, las imágenes se muestran desgarradoras. Muerte y destrucción. El primer balance es que afectó a más de dos millones y medio de personas y podría convertirse en uno de los “peores desastres relacionados con el clima jamás registrados en el hemisferio sur”, dijeron responsables de la ONU el martes pasado. Como es de costumbre, los salesianos están al lado de los que sufren: “los misioneros se están movilizando para ayudar a las víctimas con alimentos, ropa y artículos de primera necesidad”, han manifestado los salesianos.
Los salesianos de España han recibido información a través de Ángel Miranda, quien colabora desde hace varios años con los salesianos de aquel país. “Los Salesianos de Mozambique no han sufrido daños en sus casas y pueden así movilizarse para ayudar a las víctimas”.
El ciclón en Mozambique ha provocado un gran caos, sobre todo, en la ciudad de Beira en la costa central de Mozambique donde miles de personas se han quedado sin hogar y donde el noventa por ciento del área ha quedado devastada. “Las carreteras están cortadas y algunos productos, como el combustible o el agua potable, empiezan a escasear”, explica el misionero salesiano Paco Pescador desde Mozambique. Pero el ciclón y las fuertes lluvias también han afectado a sus vecinos de Malawi y de Zimbabwe.
Las comunidades donde se encuentran los misioneros salesianos en Mozambique, Maputo, Moamba, Inharrime, Matundo y Moatize, no están afectadas de manera grave, por ello “estamos en permanente contacto con las diócesis afectadas y ayudaremos en todo lo que podamos a la población afectada”, explican los misioneros salesianos de Mozambique.
“El huracán en Mozambique se ha llevado las casas que estaban construidas en el lecho del río o en las orillas cercanas. Además, la crecida fue repentina y de noche. No dio tiempo para reaccionar”, añaden los misioneros.
Es indudable que, en este momento de dolor y sufrimiento para miles de personas, la cercanía del papa Francisco es muy significativa: “En estos días, grandes inundaciones han sembrado lutos y devastaciones en diversas regiones de Mozambique, de Zimbabue y de Malawi. A estas queridas poblaciones expreso mi dolor y cercanía. Confío las numerosas víctimas y sus familias a la misericordia de Dios e imploro consuelo y apoyo a los afectados por este desastre”.
“Agradezcamos a Dios que siempre nos acompaña en momentos de dificultades -ha manifestado el Rector Mayor don Ángel Fernández Artime– Los invito a no desanimarse en estos momentos y a colocar todas sus energías para servir a la gente que más nos necesita. Sientan la cercanía con mi oración y la presencia de la Virgen Auxiliadora que los acompaña”.