La asociación Alraso Cartagena lleva más de diez años ayudando a los inmigrantes a facilitarles su incorporación a la sociedad. Dentro de sus acciones, el Proyecto Awalé, para el aprendizaje de la lengua y la cultura española, llena las aulas del centro de hombres y mujeres que quieren participar de la sociedad que les acoge. Cristina Riquelme, responsable de Programas de Alraso, explica a salesianos.edu, cómo surge y en qué consiste esta iniciativa por la que ya han pasado más de 1.000 personas.
– ¿Cuándo empezó el Proyecto Awalé? El proyecto Awalé surge en el 2004, en un principio con un pequeño grupo de chicos de origen Ghanés que necesitaban aprender español. Inma, presidenta de Alraso hasta septiembre de 2015, comenzó a impartir clases de español a ese grupo de chicos en el patio de una casa situada en la zona de La Muralla de Tierra de Cartagena. Poco a poco el proyecto fue creciendo y ampliando actividades en función de las necesidades que se iban detectando.
-¿Cuál es el perfil del destinatario de este proyecto? En el proyecto participan hombres y mujeres, mayoritariamente de origen magrebí, aunque también contamos con personas de Ghana, Malí, Camerún, Nigeria, Congo y Senegal.
– ¿Cuántos usuarios hay en estos momentos? Contamos con alrededor de 50 personas que se encuentran en proceso de aprendizaje de la lengua y la cultura actualmente.
– ¿Qué ofrecéis? Además de las clases de español, que son la parte fundamental del proyecto, trabajamos talleres de informática básica, un taller de Género y otro de interculturalidad. También realizamos actividades lúdicas y de ocio como la participación en las distintas actividades, festivales, conciertos, oferta cultural y actividades para conocer la ciudad donde están viviendo. Celebramos momentos importantes de las vidas y culturas tanto de las personas que asisten al proyecto como de la cultura española (Fiesta del Cordero, Navidad, Fin del Ramadán, Pascua, por ejemplo).
Ofrecemos un recurso de ludoteca para que las personas que tienen hijos menores a su cargo puedan asistir a las actividades en igualdad de condiciones y puedan formarse y participar de la misma forma. Este recurso es muy importante para facilitar la participación de las mujeres en el proyecto. Aunque también es un recurso usado por algunos hombres.
-¿Qué os transmiten los usuarios sobre los cursos? En general los y las participantes están muy contentos, se sienten muy orgullosos de estar aprendiendo un poquito más cada día, ven como todo lo que aprenden es fácilmente extrapolable a sus vidas cotidianas, ven cómo pueden participar cada vez más de la sociedad que les acoge y se sienten muy orgullosos/as.
– Dentro de los talleres que ofrecéis ¿cuáles son los más demandados? Sin duda alguna las clases de español, siempre están al completo y tenemos grandes listas de espera durante todo el año.
– ¿Cuántos educadores participan en el proyecto? Existe un educador responsable del proyecto, sin embargo en Alraso trabajamos siempre de forma muy grupal, las decisiones se toman en conjunto, se debate y se intercambian opiniones, entendiendo que esta forma de trabajar beneficia en gran medida a cada participante. Además del técnico responsable, existe un equipo técnico detrás compuesto por 4 personas más (además del responsable del proyecto) y un equipo de 20 voluntarios/as.
– ¿Ha evolucionado con el tiempo? Ampliado talleres, recursos, etc… en función de la demanda o necesidades?… Claro, como decía antes, comenzamos solamente con un pequeño grupo de chicos dándole clases de español, con el paso de los años nos hemos ido adaptando a las nuevas necesidades que iban surgiendo, a las nuevas demandas recibidas por parte de los y las participantes, a las nuevas realidades sociales o al nuevo perfil de personas participantes.
– ¿Por qué se llama awalé el proyecto? Awalé es el nombre de un juego de mesa de origen africano. El juego consiste en sembrar semillas en tu campo para poder recoger frutos, pero para poder sembrar tu campo tienes también que sembrar el de tu compañero de juego. Nos parece que este juego es muy representativo de la cultura africana: la solidaridad, el compartir, la preocupación por el otro, la colectividad, el dar para poder recibir, y por otro lado es un juego que conjuga muy bien la idea del aprendizaje "sembrar para recoger", pero hacerlo siempre acompañado y apoyándose en los demás, "aprendizaje colaborativo y compartido".