Todos reconocemos la participación juvenil como uno de los pilares básicos de cualquier ambiente educativo salesiano, así lo quiso Don Bosco, que hizo de la pedagogía de la confianza un elemento esencial para que todo cobrara sentido en sus casas. No quería que los jóvenes fuesen tratados como simples destinatarios, los quería protagonistas de la acción educativa. Muchas de sus frases que posteriormente usamos como “lemas recurrentes”, nos ponen en sintonía con esta afirmación: «Sin vuestra ayuda no puedo hacer nada», «Es necesario que nos pongamos de acuerdo».
Ese protagonismo o participación juvenil cobra especial relevancia en el ambiente Oratorio-Centro Juvenil; sin este elemento dejaría de ser un espacio educativo salesiano, así lo establece su propuesta educativa: “Acompañados por la comunidad educativa los jóvenes son los protagonistas y artífices de su propio crecimiento personal y comunitario”.
Actualmente la participación y corresponsabilidad en los Centros juveniles se articula a través de elementos fijados tanto en la propuesta educativa como en las opciones organizativas de la propia Pastoral Juvenil Salesiana, procurando la implicación directa de los jóvenes en la vida del Oratorio-Centro Juvenil, a través de comisiones, equipos de coordinación, gestión de proyectos, procesos formativos… Posibilitándoles la tarea de atender cuestiones que les atañen, aprovechando las oportunidades que les ofrece el ejercicio de sus derechos como ciudadanos y facilitando los medios para que puedan ejercerlos en un clima de responsabilidad y madurez.
Buen ejemplo es la gestión y participación directa de entidades de incidencia social y política como lo son las asociaciones juveniles locales o las Federaciones autonómicas. En la actualidad nuestra inspectoría cuenta con cinco Federaciones de Centros Juveniles (Maín-Aragón, Don Bosco-Cataluña, Don Bosco-Comunidad Valenciana, Don Bosco – Región de Murcia y El Patio-Andalucía), a través de estas entidades se participa en consejos y mesas autonómicas de juventud, en plataformas sociales en las que ampliar horizontes en temas como educación, exclusión, voluntariado… La colaboración con otras organizaciones juveniles, otros movimientos, consejos diocesanos o parroquiales de juventud, etc. A esto se suman las organizaciones nacionales e internacionales en las que pueden descubrir que no están solos, que son parte de un proyecto más amplio que trasciende las divisiones administrativas o políticas de lo local; surge así la Confederación de Centros Juveniles Don Bosco de España y la organización internacional Don Bosco Youth Net, como espacios de encuentro, reflexión y formación.
En definitiva, generamos todo un sistema y estructura para que, sea cual sea el modelo de participación, esté siempre al servicio del desarrollo de un proyecto educativo, que pone a la persona del joven en el centro. Son los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, destinatarios, y a la vez protagonistas, del ambiente Oratorio-Centro Juvenil. Para que a la frase de Don Bosco: «Sin vuestra ayuda no puedo hacer nada», puedan responder: «¡Aquí Estoy!».