El auditorio municipal Juan Varea acogió el día 3 la presentación del libro ‘Èric y la princesa dels gels’ –última de las novelas del profesor y escritor Juane Gumbau-, un acto al que asistieron la alcaldesa de Brriana, Maria Josep Safont; el regidor de Cultura, Vicent Granel; miembros de la comunidad educativa del colegio; familiares y amigos del escritor y vecinos de la ciudad.
Después de la presentación inicial a cargo del regidor de Cultura, que repasó la trayectoria literaria y los premios obtenidos por Juane como novelista, intervinieron el también escritor y profesor del colegio Julián Arribas y la profesora y hermana del autor, Rosabel Gumbau.
Esta última destacó el carácter polifacético de Juane, así como su energía y dinamismo, “que se reflexa en su obra”. Además, Rosabel trazó un paralelismo entre el protagonista de Èric y la princesa de los hielos y el propio Juane, “quién desde su niñez ha mantenido el interés por la fantasía y la afición a los libros, y ha sabido prestar especial atención a la construcción y evolución de los personajes, el sentido de la peripecia y el detalle, recuperando lugares comunes de la literatura y haciéndolos suyos. Es un buen contador de historias y se ha labrado un lugar en este ámbito”, expresó Rosabel.
Por su parte, Julián Arribas valoró el estilo personal, propio y diferente de Juane, “quien proviene de una familia de lletraferits y que ha evolucionado desde la simple afición hasta la profesión, primero con novelas juveniles y después con infantiles, dando el salto a una editorial como Bromera”. Según Arribas, los protagonistas de las obras de Juane destacan por su curiosidad, atrevimiento y incluso su inconformismo, “y es muy destacable su habilidad por abarcar todo el espectro del ser humano en sus personajes y para apuntar en la primera frase el tema sobre el que versará la obra, buscando siempre la solución en todos los problemas en los libros”. En opinión de Arribas, la historia podría dar para más páginas, “pero es bueno quedarse con ganas de más, y lo recomendaría a niños mayores de 20, 30 o 40 años”.
Finalmente, el propio Juane Gumbau hizo un alegato a favor del poder de la imaginación, “que es divertida, nos hace infinitos y conserva la niñez, porque siempre hace falta la visión inocente de un niño”. Juane Gumbau confesó sentirse muy atraído por el proceso creador de la literatura infantil, “de esas novelas en las que se crea un mundo y que no son sólo para niños”. En este sentido, reconoció que el acto de escritura lo ha vuelto a la niñez y deseó una lectura provechosa a todos”.
El acto finalizó con un vino de honor para todos los asistentes y con la firma de ejemplares a cargo del autor.
