Jacinto Molero Merino, maestro de Primaria del colegio San Francisco de Sales de Córdoba, lleva desde 2011 (dos cursos académicos) introduciendo nuevas metodologías de las llamadas emergentes: ABP (Aprendizaje Basado en Proyectos), Flipped Classroom (Clase al revés), Paletas de Inteligencias Múltiples, etcétera, en sus clases con resultados muy positivos.
Esta amalgama la han bautizado ‘Marea Inclusiva’, donde el uso de las nuevas tecnologías y la competencia digital están muy presentes, con el manejo habitual de aplicaciones o presentaciones como Prezi, Powtoon, eMaze, Kizoa, Movenote, Screen-o-Cast, cuestionaros Drive y entorno Google, Blogger contando con blog personal que hace de portfolio, Thinglink, Slideshare, Biteslide, Mindmeister, Exam Time, Moviemaker, Audacity y canal en iVoox… Cada uno de los 26 alumnos tiene un blog donde se ven mejor sus trabajos y sus proyectos. También trabajan vídeotutoriales, que están subidos al blog del aula.
Esto se traduce en un rendimiento escolar de casi un 98%; de los 54 alumnos que experimentaron el método, solo uno no consiguió superar el curso, explica Molero, que añade: “Todos los alumnos han mejorado en aspectos clave como el vocabulario, la ortografía, el razonamiento lógico, la expresión así como en cuanto a creatividad, autonomía personal y responsabilidad”. El propio Molero nos cuenta su experiencia con ‘la clase al revés’:
‘Flippeando’ la clase
Distribuimos a los alumnos en seis grupos de tres personas y dos grupos de cuatro personas ya que son 26 en total. Esta forma de aprender la emplearemos en tres áreas: Matemáticas, Lengua y Conocimiento del Medio.
En la sesión inicial cada grupo debe seleccionar los temas de cada área de forma cooperativa sobre Matemáticas, Lengua y Conocimiento del Medio. Son seis contenidos en Lengua, cuatro en Matemáticas y ocho en Conocimiento del Medio.
Cuando los alumnos en su cuaderno (que nosotros llamamos ‘diario de aprendizaje’) tengan anotados los contenidos de cada área, deberán distribuirlos de manera que cada día lo prepare uno del grupo. De esta forma si el grupo lo constituyen A, B y C: A se encargará en la siguiente sesión del primer contenido de Matemáticas, B se encargará del primer contenido de Lengua y C del primera contenido de Conocimiento del Medio. A partir de aquí viene la explicación del trabajo “flippeado” de cada alumno.
A debe preparar en casa, leyendo el primer contenido que le corresponde de Matemáticas, algo creativo, en cualquier soporte o dispositivo y/o con cualquier material, que permita que B y C en la próxima sesión de clase aprendan ese contenido, ya que entre los tres su aprendizaje será más significativo. En las mismas condiciones debe preparar B con el primer contenido de Lengua e igualmente C sobre el de Conocimiento del Medio.
Hay que dejar claro que tanto A, B y C no abandonan las otras dos asignaturas que no tienen trabajo pendiente, pues también deben haber leído previamente de forma comprensiva el temario ya que al final de cada sesión se valorará el aprendizaje a través de rúbricas (herramientas para valorar el grado de aprendizaje alcanzado por el alumno en conocimientos y competencias), tanto del que explica como del que atiende. Por tanto son dos rúbricas con dos ítems cada una de ellas: una para el alumno que expone un contenido con su trabajo creativo y otra rúbrica para que este mismo alumno evalúe a sus dos compañeros (o tres si el grupo es de cuatro) según otros dos ítems.
Estas rúbricas son las mismas para las tres áreas y están expuestas en clase, de manera que se puedan visualizar y tenerlas en cuenta para el proceso de evaluación de cada sesión.
Primera sesión marco
En cada hora se trabaja un área y los últimos 10-15 minutos los dedicaremos a la evaluación del proceso de aprendizaje. Si en la primera hora damos “Matemáticas”, A expone su trabajo creativo a sus compañeros B y C con las explicaciones que ha organizado para conseguir que entiendan el contenido que le ha tocado preparar. Durante esos 30 minutos aproximadamente trabajan en cooperativo comentando el contenido a tratar.
Después de haber leído las rúbricas, A debe tener en cuenta que durante esos 30 minutos acompañará con preguntas su explicación para comprobar si B y C han leído comprensivamente y saben algo sobre el contenido que A debía preparar. B y C también estarán pendientes a su vez de que A ha realizado su trabajo, se lo expone a ellos demostrando preparación y tiene conocimientos del contenido.
Finalmente A, B y C, según puede verse en las rúbricas obtenidas, deben dejar evidencias de su trabajo en su diario personal de aprendizaje, en el cual anotarán B y C el contenido aprendido y su impresión sobre el proceso de aprendizaje, y A dejará evidencia de su creación además de comentar dificultades y logros durante el proceso de aprendizaje de ese contenido.
Evaluación formativa y compartida
En la evaluación de esta unidad no existen controles ni minuteros, nos importa más el proceso, la autoevaluación, la evaluación entre iguales y la evaluación dialogada. Pretendemos dar un paso más y acercarnos hacia un aprendizaje significativo, dando mucha importancia al esfuerzo, a la responsabilidad, al trabajo diario, a la creatividad, al trabajo cooperativo y a la motivación.