El Boletín Salesiano de este mes ha ofrecido la entrevista en su sección “En primer plano” y en un formato muy condensado. Pero la charla, a finales de diciembre, tocó muchos más asuntos interesantes que no pudieron tener cabida allí. Aquí están la mayor parte de las preguntas y respuestas de aquel interesante coloquio.
Josep Lluís Burguera – ¿Crees que la prensa es cada vez la voz de su amo por los poderes que tiran de ella? ¿Cómo un periodista honrado tiene que moverse en estos parámetros?
Fernando Vitoria – Los medios de comunicación son empresas, el fin último de una empresa es ser rentables, por lo tanto, tienen que ganar dinero, si no desaparecen. Los medios generalistas cada vez más sí que son la voz de sus amos porque hay una batalla muy fuerte por la supervivencia.
Es difícil manejarse como periodista dentro de ese mundo en el que hay tantos intereses, al final hay una serie de valores que, tanto a nivel personal como profesional son los que te marcan las pautas: trabajar para saber dónde está la verdad, respetar a las personas, intentar buscar el lado humano de cada situación, es lo que al final nos lleva a ejercer el periodismo de la forma lo más digna posible.
P – Objetividad, veracidad, servicio público: ¿son palabras que ya no se llevan en el periodismo?
R – No, en absoluto, por lo que a mí respecta. Intento inculcarlo. Siempre digo que somos obsesos de la precisión, nos encanta ser muy precisos y para ello tienes que buscar la objetividad, la verdad y tienes que sentir la importancia de ser profesional del periodismo. Es muy importante ser periodista sintiendo que realizas tu trabajo, contrastando las informaciones, escribiendo de forma veraz, de la forma más objetiva posible, y siempre sin dejar de lado las creencias que sostienes, pues al fin y al cabo, siempre, siempre, siempre, modula tu forma de escribir, tanto si haces opinión o información. Siempre que haces información estás filtrando; este filtro propio ya lo tenemos establecido, se trata de no traicionar demasiado el filtro que tenemos.
P – Desde el comienzo de la crisis, los medios impresos han visto reducidas sus ventas en más de un 30 por ciento y su difusión en más de 40. Internet ha experimentado un crecimiento en la consulta de los medios digitales. Desde tu experiencia, ¿hacia dónde te parece que se dirige el futuro de la prensa diaria?
R – Creo que ha habido un problema en esta época de transición desde la crisis hasta ahora. Los medios de comunicación se han visto obligados a reducir plantillas, infraestructuras, delegaciones. Y el periodismo tiene un problema, el que sin periodistas no hay periodismo. Y ese es un grave problema del periodismo actual: cada vez hay menos periodistas, vivimos de la cultura del copia y pega, de la velocidad a la que nos obliga internet y los medios digitales. No sé por qué actualmente es más importante contar una noticia en tiempo que no contar la verdad. A lo mejor lo que hemos de hacer es tardar quince minutos más en dar la noticia, pero dar la noticia que sea verdad, que esté contrastada y para eso hacen falta periodistas.
El mundo digital está ahí cada vez más, pero hay que seguir invirtiendo en periodistas que hagan su trabajo Con eso, quizás el futuro de los medios de comunicación esté un poco más garantizado. Si seguimos con la deriva de eliminar periodistas de las redacciones y vivir con la cultura de la urgencia, tenemos un problema.
P – Don Bosco apostó en su tiempo por la “buena prensa”. ¿Te parece esta propuesta totalmente vigente en este siglo XXI?
R – Muy de acuerdo, Don Bosco fue un pionero en comprender que la comunicación es fundamental a todos los niveles, ya no solo hablamos del Boletín Salesiano sino de trasladar al exterior, no solo a la gente que tienes dentro, lo que se hace, por qué se hace y cómo se hace. Para Don Bosco el mundo de la comunicación era fundamental, el propio Boletín Salesiano es un valor transversal de la comunicación, que no se puede perder y que se tiene que cuidar mucho en todos los ambientes. La propuesta de DB en el ámbito de la comunicación no es que siga estando vigente, su propuesta es totalmente actual. Te diría más, creo que Don Bosco hoy sería pionero en el ámbito de la comunicación digital porque tenía muy clara la importancia de la comunicación.
P – ¿Cómo intentas reflejar tu compromiso cristiano y salesiano en tu trabajo de cada día como director de periódico y periodistas?
R – Yo soy salesiano, no lo puedo evitar. Tengo espíritu salesiano y me consideraré salesiano toda la vida y es algo de lo que no me puedo desprender. Es que además me acuerdo de Don Bosco no sé si todos los días pero seguro que todas las semanas, sí. Intento dirigir el periódico y relacionarme con las personas como personas. Está claro que son periodistas y fotógrafos, son profesionales, pero la única salida que veo para que esto vaya bien es tratar a las personas como personas y, a partir de ahí, ya entramos en el ámbito profesional y eso lo he vivido en el colegio, en el centro juvenil, con todos los amigos que todavía conservo de aquella época. No puedo desprenderme del espíritu salesiano, impregna todas y cada una de las decisiones que tomo, hasta las más difíciles. Hemos tenido casos aquí de publicar o no publicar fotografías comprometidas, en caso de duda yo siempre le pregunto a Don Bosco. En casos conflictivos, lo importante es tomar una decisión después de haberla pensado y meditado mucho aplicando a la decisión final los valores en los que crees. “Esto es lo que pienso y esto es lo que yo haría”, a partir de ahí ver hasta dónde podemos llegar. Lo importante en cualquier caso es planteárselo siempre. Afortunadamente, no ha llegado el día en el que yo tenga que decidir drásticamente.
Siempre hemos intentado buscar el lado humano de las noticias, de las empresas, de las asociaciones y de las instituciones porque son las que al final les dan vida. Eso es fundamental.