Esta fue una profunda preparación espiritual y pastoral a las celebraciones del Bicentenario del nacimiento de San Juan Bosco. Para facilitar los desplazamientos entre las distintas naciones, se prepararon más urnas, aunque se había excluido que varias de estas estuvieran simultáneamente en peregrinación en las inspectorías.
Se planteó entonces la cuestión de qué uso y destino debían tener estas urnas de Don Bosco que contienen una reliquia del santo. Algunas inspectorías presentaron su solicitud para colocarla en un lugar significativo. En julio, durante la sesión plenaria del Consejo General, se abordó este “problema”.
El Consejo, ante todo, vio la posibilidad de valorar estas urnas destinándolas a diversas partes del mundo, vistos los frutos espirituales madurados durante la peregrinación. Los Consejeros estaban convencidos de que la fe, en particular la propia de la religiosidad popular, necesita signos visibles; la fe se expresa también a través de la manifestación de afectos y necesita ver y tocar.
También en el Consejo General ha considerado la convicción de que no era apropiado asignar una urna a las inspectorías de la Región Mediterránea y a la de Europa Centro y Norte. Para estas inspectorías el punto de referencia clave debe ser la urna de Don Bosco presente en la Basílica de María Auxiliadora de Valdocco, en Turín. Se asignó pues una urna a una de las inspectorías de la Congregación de las otras cinco regiones: África-Madagascar, Asia Este y Oceanía, Asia Sur, América Cono Sur e Interamérica.
Por último, teniendo en cuenta las solicitudes recibidas, la consulta a los inspectores por parte de los Consejeros Regionales y de la significatividad de los lugares, el Consejo General ha decidido enviar las urnas con la reliquia de Don Bosco a los siguientes lugares: para la Región África-Madagascar, el Santuario de María Auxiliadora, en Nairobi, Kenia; para la Región Asia Este y Oceanía temporalmente la urna irá en una de las parroquias de Hong Kong en China y luego su destino final será el Instituto Salesiano de Macao, la Casa Madre de la Inspectoría de China, fundada por San Luis Versiglia, creador de la primera obra salesiana en China, junto con San Calixto Caravario, Protomártires salesianos; para la Región Asia Sur, el Templo Don Bosco en Cherapunjie, cerca de Shillong; para la Región América Cono Sur, el Templo de Don Bosco en Brasilia y para la Región Interamérica el Templo de Don Bosco en Panamá.
Hay una geografía de la devoción a Don Bosco y se ha tenido en cuenta; en algunos lugares tal devoción está ya muy consolidada, con gran afluencia de personas; en otros está en sus inicios; todos estos lugares pueden ser centros de peregrinación y de irradiación del carisma.