Desde el curso pasado, este centro de nuestra Inspectoría está apostando por las actuaciones educativas de éxito (AEE). Todas las AEE se basan en evidencias científicas y son el resultado del proyecto INCLUD-ED, la mayor investigación realizada en el campo de la educación entre 2006 y 2011 dentro del 6ª Programa Marco de la Comisión Europea. Su principal objetivo fue identificar las actuaciones educativas que mejoran los resultados académicos, superan desigualdades y promueven la cohesión social.
La implementación de las AEE, además de estar avalada por ser éstas el resultado de un largo y extenso estudio de campo, responde también a las investigaciones surgidas en los campos de la psicología y la educación a partir de la base de la teoría sociocultural del aprendizaje, desarrollada por Vygotsky. Según esta teoría, y otras que aparecieron después, la interacción y el diálogo tienen un papel clave en el aprendizaje. De estos estudios nace un nuevo enfoque que explica cómo aprendemos, enfoque que más tarde se conceptualizó como el giro dialógico en la comprensión de los procesos de aprendizaje.
Si atendemos a este giro dialógico, podemos concluir que el reto de la excelencia para todos sólo se va a conseguir si la escuela proporciona al alumnado espacios y tiempos para la interacción y el diálogo, puesto que desde hace décadas se sabe que los aprendizajes se producen primero en un plano intersubjetivo (social) y segundo en un plano intrasubjetivo (individual).
Lógicamente, no vale cualquier tipo de interacción y diálogo para mejorar los resultados. Es necesario cuidar mucho tanto las interacciones como los diálogos, para que sean de calidad. En este sentido, las investigaciones señalan que lo que mejor explica el aprendizaje no es sólo la oportunidad de dialogar, sino el hecho de hacerlo entre personas diversas, incluyendo alumnado, profesorado, familiares y otras personas de la comunidad con diferentes conocimientos, experiencias y culturas. Además, para que el aprendizaje sea dialógico ha de basarse en siete principios: diálogo igualitario, dimensión instrumental, inteligencia cultural, transformación, creación de sentido, solidaridad e igualdad de diferencias.
El aprendizaje organizado alrededor de estos siete principios consigue mejorar tanto el rendimiento académico como el clima de convivencia en los centros educativos y las comunidades en que se insertan.
Por tanto, las aulas escolares deberían organizarse cada vez más con el objetivo de proporcionar un ambiente interactivo en el que el alumnado pueda dialogar, intercambiar ideas y compartir conocimiento. En la medida en que nuestra práctica escolar se ajuste a estas evidencias estaremos promoviendo intervenciones educativas que respondan a una concepción científica del aprendizaje y el desarrollo.
De entre esta lista de AEE, el análisis de grupos interactivos (GI) y tertulias literarias dialógicas (TLD) nos muestra que en estas dos Actuaciones Educativas de Éxito tienen lugar interacciones inclusivas para todo el alumnado, incluyendo aquél con más dificultades. Por este motivo, ya desde el curso pasado estamos dando prioridad en nuestro colegio a la puesta en marcha de estas dos actuaciones. Ambas tienen una gran incidencia en tres ámbitos:
-Ámbito académico, ya que los GI y las TLD proporcionan tres tipos de interacciones:
a) Interacciones que superan dificultades en el aprendizaje. A través de la diversidad de personas adultas en el aula, se multiplican y diversifican también las posibles interacciones de ayuda y solidaridad durante el proceso de enseñanza y aprendizaje.
b) Interacciones que abren nuevas oportunidades de aprendizaje. Los GI y las TLD no sólo contribuyen a apoyar el aprendizaje o la comprensión en actividades concretas, sino que crean las oportunidades para que se den nuevos aprendizajes o se desarrollen nuevas capacidades.
c) Interacciones que amplían la participación activa y creativa del alumnado con necesidades especiales.
Las AEE como GI y TLD hacen posible no sólo que el alumnado con más dificultades avance y de grandes saltos cualitativos en su aprendizaje gracias a la interacción con los otros, sino que también se consigue poner de manifiesto lo que este alumnado puede aportar al aprendizaje y progreso del resto del grupo. En ocasiones, porque en la interacción se visibilizan habilidades que este alumnado tiene más desarrolladas.
-Ámbito de la convivencia. Los GI y TLD contribuyen a mejorar la convivencia en la medida que refuerzan el ámbito académico y la amistad gracias a las interacciones de ayuda y solidaridad que se establecen no sólo entre iguales sino también con miembros de la comunidad.
-Ámbito de la implicación de las familias. La literatura científica evidencia la importancia de la participación de las familias y de la comunidad en el éxito académico del alumnado. Sin duda, la participación de las familias en AEE, especialmente en GI y TLD, va más allá del papel asignado a estas en la escuela tradicional. Supone un cambio radical, ya que directamente se implican en el desarrollo del currículo y la evaluación al participar en espacios de aprendizaje como el aula.
