En el Templo Expiatorio del Tibidado, el arzobispo de Barcelona, monseñor Juan José Omella presidió la Eucaristía final del Congreso “Cor Iesu, vultus Misericordiae” celebrado estos días en la Ciudad Condal y que se ha centrado en las enseñanzas de Santa Teresa del Niño Jesús sobre el Amor Misericordioso de Dios.
El arzobispo de Barcelona invitó a tomar como modelos para seguir este camino a Santa Teresita del Niño Jesús y a sus padres para ser apóstoles de la Misericordia. La presencia de sus reliquias en esta Misa y en todos los actos del Congreso se ha convertido en un reclamo para muchos fieles.
A lo largo de estos días se han tenido diversas celebraciones en la Basílica de la Mercé, en la Balmesiana, y el domingo de la Misericordia, la Misa de clausura en el Templo del Tibidabo.
El Congreso ha tenido como coordinador al doctor Enrique Martínez, secretario de la Institución Balmesiana y ha sido convocado por el Apostolado de la Oración, Instituto Santo Tomás (Balmesiana), Templo del Sagrado Corazón (Tibidabo), Basílica de Nuestra Señora de la Mercé de Barcelona, el Instituto Internacional del Corazón de Cristo y Aulas de Teología del Corazón de Jesús de Toledo y Getafe.
Este Congreso “Cor Iesu vultus misericordiae” ha vuelto a convertir a la ciudad de Barcelona en un referente espiritual en el culto y la devoción al Corazón de Jesús, rostro de la Misericordia del Padre.