Del 15 al 19 de septiembre de 2015 se desarrolló en la Ciudad del Vaticano el primer Congreso Mundial de Jóvenes Consagrados. En el cual participaron cerca de 80 salesianos, de los cuales tres eran españoles, entre los más de 5.000 participantes procedentes de 126 países y de alrededor de 500 institutos.
Las mañanas del Congreso se desarrollaron en el aula Pablo IV. Todas las jornadas se iniciaron con un momento de oración que enfocaba el tema del día. El miércoles se dedicó a reflexionar sobre el tema del seguimiento, la llamada y la vocación. Para ello hubo cuatro ponencias: la del cardenal João Braz que desarrolló el lema del encuentro siguiendo varios documentos del magisterio eclesial, la de monseñor Carballo que desarrollo el tema de la llamada-seguimiento en la Biblia haciendo especial hincapié en el seguimiento de los doce apóstoles y el estar unidos a Cristo, la de Fabio Ciardi que giró en torno a la experiencia del espíritu que vivieron los diversos fundadores y cerró la mañana Mary Melone que ubicó la vida consagrada en la Iglesia como el lugar donde este estilo de vida tiene su lugar de escucha y de encuentro.
El jueves 17, centrado en la vivencia de la fraternidad en la Vida Consagrada, contó con una audiencia del Papa Francisco en la que recordó a los mártires y cristianos perseguidos en Medio Oriente, y animó a los presentes a rezar por ellos y a ser valientes y asumir en su vida el martirio de lo cotidiano. A continuación, se le realizaron tres preguntas al Sumo Pontífice, la primera de las cuales fue realizada por un salesiano recién ordenado sacerdote que es natural de Alepo en Siria donde también desarrolla su labor pastoral. En la respuesta a las preguntas el Papa exhortó a los consagrados a ser hombres y mujeres de adoración, además incidió sobre el tema de las murmuraciones en la vida fraterna calificándolo como terrorismo y también destacó la vida consagrada femenina como icono de la Iglesia, de María y de la ternura. Se concluyó la mañana con dos reflexiones más: la ponencia del Paul Bere que desentrañó las raíces bíblicas de la fraternidad religiosa y la exposición de Junkal Guevara que propuso el icono de Betania como modelo de familia, de fe y de testimonio.
El viernes 18, centrado en el tema de la misión bajo el eslogan “las esperanzas y las angustias del mundo”, la primera reflexión que se ofreció fue desarrollada por Andrzej Wodka quien invitó desde la Escritura a los presentes a desarrollar en sus vidas una mística del hacerse cercano para encontrase con los otros y con el Otro. Seguidamente María Inés Vieira, expuso que la misión de la vida consagrada debe darse desde un compromiso socio-ambiental. Después Fabio Ciardi, se volvió a dirigir a la Asamblea para invitar a los presentes a saberse dejar trabajar por Dios para ser sus testigos.
En la mañana de la jornada de conclusión, el sábado 19, tuvo lugar un coloquio con el cardenal Braz y con monseñor Carballo. Posteriormente todos los asistentes se desplazaron a la Basílica de San Pedro para celebrar la eucaristía conclusiva del Congreso presidida por el cardenal Braz.
La dinámica de las tardes empezaba a las 16 horas con dos horas para compartir en pequeños grupos, distribuidos por idiomas, para sacar jugo a lo escuchado en la mañana y compartir la propia experiencia personal. Sobre las 18.30 horas se celebraron diversas eucaristías por idiomas en distintas iglesias de Roma. Y a continuación, los dos primeros días se ofrecieron diversas propuestas desde la adoración y la reconciliación hasta conocer como la vida consagrada desarrolla su labor entre los más pobres. El viernes 18 a las 20 horas hubo en la plaza de San Pedro una velada de música y testimonios de diversos consagrados del mundo. Y el sábado se invitó a participar de una vigilia de oración por los mártires consagrados en la zona del Coliseo.
Unas jornadas para ver la riqueza de la vida consagrada y vivir la comunión entre los diversos carismas. También ha sido una llamada a estar a la escucha de la voluntad de Dios y renovar-revitalizar la vida consagrada hoy. Y cómo dijo el Papa a la Asamblea: Valentía, Alegría y Comunión.