Salesians Sant Jordi – Plataforma de Educación Social (PES) Girona atiende a 130 niños y jóvenes en cuatro centros abiertos – dos propios y dos del Ayuntamiento – de la ciudad trabajando con niños, adolescentes y jóvenes para ayudarles a ser "protagonistas de su vida".
"Damos mucha importancia a los valores, queremos que los jóvenes sepan que pueden ser los protagonistas de su propia vida", señala Jesús Vergara, director de la comunidad salesiana y responsable de la PES.
Además, Salesianos trabaja con una treintena de familias y también colabora con los espacios jóvenes de la ciudad. Para llevar a cabo esta tarea, cuenta con un equipo formado por 13 educadores y el apoyo de ocho personas voluntarias.
Los niños llegan derivados a través de los servicios sociales, las escuelas o por la misma presencia de Salesianos en los barrios (en el caso de Girona, en Santa Eugènia y Can Gibert del Pla). De todos modos, subraya Vergara, no todos los niños y jóvenes que se atienden tienen situaciones familiares complejas, sino que "hay de todo" y se complementan unos con otros.
El Diario de Girona ha querido saber más sobre la realidad de los Centros Abiertos y le preguntó al salesiano Jesús Mari Vergara lo siguiente:
¿Qué hacen los centros abiertos de Girona?
Por un lado, les damos una merienda saludable. Entonces hay un espacio para hacer los deberes y también contamos con programas específicos: un programa de salud, un programa para descubrir el sentido de la vida, de participación, etc. A partir del apoyo escolar, ofrecemos una educación en valores y que el niño o joven aprenda a cuidarse.
¿El hecho de que sea Salesianos y no cualquier otra entidad, aporta algún valor en especial?
Aportamos un estilo educativo propio, con tres ejes. Por un lado, trabajamos desde la amabilidad, con sentido de familia, de acogida. Además, hablamos con los niños a través de la razón y el diálogo, pero también trabajamos mucho todo lo que es lo trascendente. Les damos razones profundas para vivir, lo que puede tener un eje religioso. Trabajamos mucho el sentido de la vida.
¿Y qué pasa cuando hay asistentes de otras confesiones?
Tenemos de diversas confesiones, sobre todo de cristianos y del mundo musulmán. Trabajamos siempre garantizando el respeto a su confesión religiosa; buscamos las raíces del sentido de la vida a través de los valores universales.
¿La crisis económica y social ha incrementado el número de niños que atienden?
Nos hemos encontrado con realidades muy punzantes. Crecen mucho las familias que lo pasan mal y a las que les falta el mínimo para que su vida tenga sentido.
