La Inspectoría Salesiana María Auxiliadora celebró en la tarde del sábado 14, en el Santuario de María Auxiliadora de Córdoba, la ordenación sacerdotal del salesiano Bernabé Arjona Cañas que estuvo arropado por el inspector Ángel Asurmendi, junto a una representación del Consejo Provincial, numerosos Salesianos, familiares, amigos, miembros de la Familia Salesiana, y más de un centenar de jóvenes procedentes de diferentes presencias salesianas de España.
Bajo el lema «Da su vida por las ovejas (Jn 10, 11b)» se ordenó como ministro de la Iglesia al servicio del pueblo de Dios en una solemne ceremonia que estuvo presidida por el obispo de Córdoba, D. Demetrio Fernández González, que fue el encargado de la imposición de manos y la oración consecratoria.
En su homilía destacó el regalo extraordinario que hace el Señor a los jóvenes sacerdotes, sus familias y a la Familia Salesiana. «El sacramento del orden es la propia persona consagrada la que se pone a disposición de Cristo y al frente del pueblo de Dios. Es lo que esta tarde celebramos en este Santuario de Córdoba», comentaba para añadir un cariñoso mensaje al salesiano y la felicitación a la Inspectoría Salesiana María Auxiliadora y a la familia. “Querido Bernabé. Has venido a este lugar infinidad de veces de niño, adolescente y joven. Aquí surgió tu vocación salesiana para servir al estilo de Don Bosco para educar a los jóvenes con amor como nos enseña. Así que nuestra enhorabuena. Que todos se enteren ahora que un antiguo alumno ha sido ordenado. Es un bien y una honra”.
Posteriormente animó a que brotaran las vocaciones en un ‘examen continuo’ en el que la excelencia estará en la forma de transmitir la fe y las ganas de ser salesiano. «Seguro que esta ordenación sirve como ejemplo y, Dios a través de vosotros, anima a muchos jóvenes a los que les tocará el corazón. ¿Y tú? ¿Podrías ser Salesiano?. Es un momento de dar gracias a Dios y es una ocasión que interpela y se debe poner ahí el acento», destacaba. «Felicidades también a la casa de Córdoba por este antiguo alumno que hoy es ordenado presbítero y puesto al servicio de los objetivos pastorales», compartía con el deseo de una fructífera experiencia como sacerdote en aquellos destinos en los que la obediencia le lleve “de comunidad en comunidad”, como Pablo y Bernabé en el Evangelio.
La celebración, enmarcada dentro de los actos finales del ‘Nos mueve la Esperanza’, sirvió para dar gracias por el don de la vocación durante los distintos momentos de la ceremonia, como la presentación del candidato, la manifestación de las intenciones, la imposición de manos, el revestirse con la casulla y la estola o la entrega del pan y el vino, en los que se pudo comprobar cómo es posible dejarse interrogar para ‘dar su vida por sus ovejas’.
Antes de finalizar, el Provincial Salesiano quiso dedicar unas palabras de acción de gracias con un recuerdo especial para todas las personas que han jugado un papel clave en este proceso. «Gracias por el apoyo que significa vuestra presencia aquí. Es un acontecimiento de Familia Salesiana que tiene un sacerdote nuevo dispuesto a entregar su vida por los jóvenes hasta el final. Gracias por el apoyo, el respaldo y la acogida. No solo habla del momento presente. También significa el recorrido de Bernabé a lo largo de todos estos años que ha dejado una larga lista de nombres y de rostros como pinceladas que se congregan aquí esta tarde», compartía en un cierre emocionante con unas cariñosas palabras a los padres de Bernabé y al protagonista de la tarde. “Aquí tienes a tus hermanos salesianos. Queremos estar a tu lado para alegrarnos contigo y darte un abrazo en los momentos de sufrimiento. Tu servicio adquiere una dimensión extraordinaria en la construcción del Reino de Dios y en el servicio a los jóvenes. Que al final de tu vida puedas hacer realidad aquello de Don Bosco: hasta mi último aliento ha sido por los jóvenes. Muchas gracias”, finalizaba.
Con el canto del ‘Rendidos a tus plantas’ y las tradicionales fotos de familia concluía un encuentro que tendría como colofón durante el fin de semana la celebración de la primera misa de Bernabé durante la mañana el 15 de mayo en la parroquia de María Auxiliadora de Badajoz.
