Desde el pasado mes de junio, la península ibérica salesiana ha quedado dividida en sólo dos provincias: la de María Auxiliadora, con sede en Sevilla, que comprende las obras salesianas de Andorra, las Islas Baleares, Aragón, Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía, Extremadura y Canarias; y la de Santiago el Mayor, con sede en Madrid,y con el resto de comunidades autónomas. Cristóbal López, hasta ahora inspector de Bolivia, es provincial de la Inspectoría Salesiana de María Auxiliadora.
“Queremos que la unificación sea una ocasión para un relanzamiento del carisma salesiano y de la misión en favor de los jóvenes”, afirma.
Periodista: ¿Qué comporta este cargo?
Cristóbal López: Una gran responsabilidad, ya que se trata de animar y gobernar 53 comunidades religiosas, con más de 80 obras educativas y pastorales y un total de 470 salesianos religiosos, además de la amplia familia salesiana.
P: ¿Y qué supone?
CL: Dejarse llevar por Dios allá donde Él quiera y me llame. El retorno a casa después de treinta años está evocando en mi muchas emociones, así como un redescubrimiento de un mundo prácticamente nuevo para mi. Pero debo señalar también que mi casa es el mundo y mi familia la humanidad; y que me he sentido en casa tanto en Paraguay como en Marruecos o Bolivia, donde he estado estos treinta años.
P: ¿El mundo salesiano goza de buena salud?
CL: El mundo salesiano comprende presencias en 132 países, muy diversos entre si. La salud general de la Congregación es buena, a pesar de la crisis postconciliar que todas las congregaciones han pasado, sobre todo en el mundo occidental. En África y Asia la Congregación está en franca y fuerte expansión.
