Por ANS
Publicamos hoy la segunda parte de la entrevista que el Rector Mayor, el padre Ángel Fernández Artime, ha concedido al cotidiano español El Correo de Andalucía. Los temas abordados van de las emociones personales en el momento de su nombramiento, al futuro de la Congregación y de la Iglesia, del rol de los jóvenes para la evangelización al perfil del salesiano para los jóvenes de hoy.
¿Qué sintió el día que le nombraron Rector Mayor?
Sentí que me sobrepasaba, sentí que no debía ser yo, sentía que muchos otros salesianos presentes en el Capítulo General 27 podrían prestar este servicio con mucha más capacidad. Nunca me imaginé que esto podría suceder, no lo esperaba en absoluto. Y sin embargo, una vez que era más que evidente que la elección de mis hermanos salesianos se posaba sobre mí aquel 25 de marzo del 2014, en un momento de sencilla oración verdaderamente creyente y confiada me ‘abandoné’ a lo que pudiera ser. Y puedo asegurarles que me inundó una gran Paz que me acompaña hasta el día de hoy. Debo confesarles que aún hoy sigo preguntándole al Señor en la oración personal ¿por qué por medio de la mediación de mis hermanos salesianos en el Capítulo, Su ‘mirada’ se posó sobre mí?. Y lo dejo ahí. En el silencio confiado.
¿Dónde cree que está el futuro de la iglesia?
En mi pobre opinión, he de decir que el futuro de la Iglesia está en Dios, en la auténtica vivencia del Evangelio de Jesucristo. Está en una Iglesia de los pobres y para los pobres. El futuro de la Iglesia está lejos de todas las tentaciones de poder. El futuro de la Iglesia pasa a través del anonimato de tantos laicos, consagrados, y sacerdotes que siguen dando la vida en lo sencillo y cotidiano. Sin duda, el futuro de la Iglesia está en seguir respetando al máximo la dignidad de la mujer. En definitiva, es lo que ya sabemos, aunque a veces, o no pocas veces sea incómodo para tantos oídos que lo escuchan. No puedo dejar de decir y reconocer que el Papa Francisco no hace otra cosa más que invitarnos a vivir el Evangelio con la coherencia propia de creyentes tocados por la conversión a Jesucristo. Y cuántas veces resulta incómodo por ser sencillamente Pastor según la mirada de Dios.
¿Cuál debe ser el papel de los jóvenes en la evangelización?
Lo diré apelando a Don Bosco; el que fundó una Congregación a partir de los mismos muchachos a los que ayudaba a madurar. Llegado el momento les propuso hacer lo mismo todos juntos, para “la salvación propia y el bien de sus compañeros”. En definitiva, les proponía ser auténticos evangelizadores y apóstoles de otros muchachos. Personalmente creo muchísimo en la fuerza de los jóvenes para todo. Y ojalá confiáramos más en lo que ellos pueden hacer en el nombre de Jesús.
¿Qué opina del papel de evangelización a través de las Hermandades y Cofradías salesianas?
Es una realidad preciosa, particularmente en el sur de la España salesiana, pero también en otros lugares. Por lo que conozco, son una buenísima aportación desde el carisma salesiano a la evangelización en el campo de la religiosidad popular, que ha sido un verdadero antídoto al creciente secularismo. Un espacio de compromiso eclesial donde el laicado tiene un gran protagonismo. Valoro mucho el camino que están haciendo en la formación los grupos jóvenes con una gran vitalidad, y también en la atención a los más pobres. Animo a mis hermanos salesianos a seguir acompañando con celo pastoral la formación y la espiritualidad de estas Hermandades y Cofradías y a continuar profundizando en su identidad salesiana.
¿Cree que corre peligro la Congregación por la pérdida de vocaciones sacerdotales que estamos teniendo?
Sinceramente NO. Es cierto que sólo hablo y debo hablar de la realidad que conozco; de los 14.500 salesianos de Don Bosco presentes en 134 naciones, pertenecientes a 90 provincias religiosas. Nuestra Congregación Salesiana se ve bendecida cada año con unos 450 novicios en todo el mundo. Es un gran don. Al mismo tiempo debo decir que la realidad vocacional en Europa es también muy pobre para nosotros. Pero la vida de la Congregación no se mide a través del número sino de la fidelidad de los salesianos de Don Bosco al carisma recibido en nuestro fundador san Juan Bosco. Mientras la Congregación sea fiel a ese carisma con una predilección por los muchachos y jóvenes más pobres y necesitados, los últimos, los más humildes, y esto llevado a cabo en el nombre de Jesús, la Congregación no corre ningún peligro. Podrá cambiar la organización, el color de la piel, las zonas geográficas, pero el carisma estará asegurado. Es decir, futuro de la Congregación y fidelidad al carisma van de la mano.
¿Cómo debe ser el Salesiano de hoy en día?
He de decirles que éste fue el tema del Capítulo General 28 celebrado en Turín-Valdocco entre febrero y marzo. Y la respuesta es: un salesiano que sea hombre de fe, feliz con su vida y vocación, capaz de escuchar, dialogar e ir al encuentro de los jóvenes de hoy. Un salesiano que tiende puentes, que es capaz de acompañar los procesos de crecimiento de los muchachos y jóvenes. Un educador en la fe que ponga en libertad lo que a nosotros nos llena de sentido. En definitiva, personas que quieran ofrecer y compartir lo que somos y lo que nos constituye como consagrados y creyentes.
Como Rector Mayor, ¿Qué espera de la Congregación en los próximos años?
Espero que seamos todo eso que acabo de decir y que, al término de los próximos seis años, si Dios me da salud, yo pudiera decirle a Don Bosco algo así: “Querido Don Bosco, ésta es la Congregación que te presento después de doce años. Hemos hecho lo mejor que hemos sabido y podido, en el nombre de JESÚS y en favor de los jóvenes. Ojalá te reconozcas en ella. Si es así, habrá merecido la pena”.
Para concluir ¿Qué mensaje le gustaría mandar a la Familia Salesiana de España?
Con mucho gusto doy un doble mensaje. Uno a tantas personas que me podrán leer y que no tienen nada que ver con la Familia Salesiana ni de España ni de Andalucía, pero que ven con simpatía la figura de Don Bosco, o al menos con curiosidad. Les digo que sigan creyendo que en el mundo hay gente buena, mucha gente buena, como sin duda lo son ellos, y como lo intentamos ser los salesianos de don Bosco a pesar de todas nuestras limitaciones. Y que se sumen a tanta gente que transmite esperanza y no negatividad. Que el mundo es más habitable con personas así.
Y a la Familia Salesiana de España y de Andalucía les digo que me siento muy orgulloso de esa familia religiosa que somos: sencilla, pero con frescura; amigos de la gente y que queremos hacer el bien. Una familia de Don Bosco que cree en los jóvenes y les pido que sigan creyendo en esos mismos jóvenes, los de carne y hueso que ven todos los días. Les digo que transmitan a la gente que hay motivos para la esperanza y que juntos, sumando entre todos podemos seguir haciendo algo bueno. Les digo que Don Bosco nos soñó y fundó no para centrarnos en nosotros mismos sino para ser familia de puertas abiertas de modo que la gente pueda decir que ahí, donde están estos ‘de Don Bosco’ hay gente buena que, si no te puede ayudar en cada momento y para todo, al menos te acogen y te escuchan y te acompañan.
Y les diría que nuestra fortaleza está en el ser familia, en el ser para los demás y en ser lo que somos en el nombre del Señor. Y añado algo más: Que sigamos creyendo como Don Bosco que Ella, la Madre “lo ha hecho todo” y lo sigue haciendo.
Mis mejores deseos para todos los lectores junto con el deseo de una buena y Santa Navidad.
Fuente: El Correo de Andalucía